Quantcast
Channel: La Silla Vacía
Viewing all 6767 articles
Browse latest View live

La relación tormentosa de los colombianos con la justicia

$
0
0

En las últimas 24 horas tres decisiones de la justicia penal han despertado fuertes reacciones entre los ciudadanos: la decisión de una juez de no imponerle medida de aseguramiento a un joven que -borracho- causó la muerte de dos personas; la nulidad de una parte del proceso contra la senadora Dilian Francisca Toro, lo que la va a dejar en libertad; y la sentencia de segunda instancia que absolvió a la ex representante Yidis Medina por un supuesto secuestro y le dio de nuevo la libertad. La mayoría de las reacciones tienen como denominador común la desconfianza de los ciudadanos hacia la justicia, especialmente la penal.

Aunque la idea de que “la justicia es para los de ruana”, las demoras en los procesos y los altos índices de impunidad no son nuevos, varios cambios en los últimos años han hecho que la desconfianza al sistema judicial nunca haya bajado del 65 por ciento y que esté entre las instituciones con peor imagen, al mismo nivel del Congreso.

Esto es lo que ha cambiado en los últimos años y que puede explicar el desprestigio de la justicia:                

La justicia en vivo y en directo

Con el pleno funcionamiento del sistema penal acusatorio y de la oralidad en todo el país y especialmente en la justicia penal (en otros ámbitos entró después), cambió la relación de los ciudadanos con las decisiones de los jueces. Antes las audiencias eran excepcionales, los procesos eran todos por escrito y las decisiones se tomaban a puerta cerrada. La oralidad fue una apuesta no solo por tomar decisiones rápidas sino por legitimar el aparato judicial dándole mayor transparencia.

Paradójicamente, esa publicidad se le ha devuelto a la justicia. Los medios hemos cubierto en directo las audiencias de los casos más sonados, desde las de los Nule hasta las del caso de la muerte de Luis Andrés Colmenares, y con eso aunque la justicia se ha acercado más a los ciudadanos, también la ha vuelto más vulnerable a las críticas puesto que ahora cualquier error se produce a los ojos de todo el mundo.

Los privilegios de los magistrados

Las altas cortes han ido cayendo cada vez más en el desprestigio. Como ha contado La Silla, existe una rosca de magistrados que siente que su alta dignidad debe significar privilegios como los pensionales, y escándalos como el carrusel de las pensiones en el Consejo Superior de la Judicatura o el de los viajes de la presidente de la Corte Suprema, Ruth Marina Díaz, tienen a las altas cortes en un bajonazo histórico.

Otros dos hechos han golpeado esa imagen. Primero, el escándalo de la Reforma a la Justicia mostró que las altas cortes estaban más interesadas en aumentar sus privilegios que en resolver las necesidades de justicia de los ciudadanos. Incluso la Corte Constitucional, que había estado más blindada de escándalos y que tiene la legitimidad de ser un control a la arbitrariedad cotidiana y jurídica a través de las tutelas, se ha visto golpeada por la posesión de un magistrado tan cuestionado como Alberto Rojas y porque sus sentencias se tardan muchos meses en salir incluso después de haber decidido los fallos.

El garantismo vs. la sed de justicia

En parte debido a que ahora la justicia se hace ‘en vivo’, se ha agudizado el choque entre los derechos a un debido proceso de los acusados y la presión popular por ver decisiones de la justicia.

Eso se ve especialmente cuando hay audiencias previas a la de juicio y se discuten medidas preventivas, como la de ayer de Fabrio Andrés Salamanca (el conductor ebrio cuya detención negó ayer la juez) o la de Andrés Felipe Arias. En esos casos buena parte del debate público se centra en si ellos son o no culpables (que es la pregunta que en últimas quieren ver resulta los ciudadanos) y no en si tenerlos detenidos ayuda es una garantía para que el proceso esté blindado (que es el sentido de esa medida).

Los 'falsos positivos' judiciales

Casos como los de Yidis Medina y de Sigifredo López también golpean la imagen de la justicia porque ponen de presente los errores judiciales en casos de personajes reconocidos. En los dos casos los ex congresistas estuvieron en la cárcel por errores de la justicia: López duró un mes detenido preventivamente en la cárcel y otros dos en su casa supuestamente por haber estado detrás del secuestro de sus compañeros diputados del Valle, y Medina estuvo casi un año en la cárcel condenada por secuestro, pero en segunda instancia esa decisión se cayó.

Aunque esos falsos positivos no son nuevos (como recuerda el famoso caso de Alberto Jubiz Hazbun, quien estuvo cuatro años en la cárcel por el asesinato de Luis Carlos Galán, pero finalmente fue absuelto) y en alguna medida ocurren en cualquier sistema judicial, cuando desde el principio hay grandes dudas públicas sobre los casos, su efectos es mucho mayor. Y eso ocurrió en esos dos casos: desde hace casi un año Daniel Coronell mostró lo dudoso del caso de Yidis, y el de Sigifredo fue recibido con dudas desde cuando fue capturado. Eso movió tanto la opinión que López luego creó una fundación para esos casos, llamada Defensa de los Inocentes.

Las decisiones desiguales

Otro de los motivos de la desconfianza son las decisiones desiguales para casos similares. Ese ha sido uno de los argumentos más fuertes para criticar la decisión de la juez que dejó libre a Fabio Andrés Salamanca, el conductor borracho que mató a dos personas: apenas un día antes otro juez decidió que Jonathan Cabrera, quien mató a una persona e hirió a otras dos por conducir borracho, sí debería ir preventivamente a la cárcel.

Eso se debe a que la ley le da un margen amplio a los jueces para tomar ese tipo de decisiones y a que no hay una obligación clara de que deban tomar la misma decisión que sus colegas ante hechos iguales. Por eso el entonces Ministro de Justicia Juan Carlos Esguerra incluyó como uno de los ejes de su propuesta inicial de Reforma a la Justicia la obligación de que los jueces tomaran decisiones manteniendo la línea de decisiones previas de otros jueces (llamado el precedente jurisprudencial), pero ese fue precisamente uno de los puntos que eliminaron los conciliadores de esa Reforma y que desataron el escándalo.

La estrategia de la Fiscalía

La Fiscalía tiene cada vez más margen para negociar colaboración con la justicia a cambio de una menor sanción a los colaboradores, especialmente a través del principio de oportunidad. Lo que hace la Fiscalía es procesar a las personas contra quienes tiene pruebas y negociar con ellas, para luego usar los testimonios de éstos para procesar a los mayores responsables. Como la entidad tiene muy poca capacidad de producir pruebas técnicas y negociar es una forma de conseguir testimonios que ayudan a suplir esa debilidad.

Pero eso quiere decir que los primeros resultados de muchas investigaciones son acuerdos con personas que se declaran culpables pero terminan con penas muy bajas o sin sanciones, como es el caso del ex concejal de Bogotá Hipólito Moreno. Aunque a mediano plazo eso puede servir para lograr condenas de los mayores responsables de los delitos, mientras tanto hay una sensación de impunidad.

Además, la estrategia tiene dos riesgos: que los acuerdos se caigan cuando los jueces los revisan, como ha pasado en el caso del ‘cartel de la contratación ‘ con los Nule y con Federico Gaviria, y que la demora no haya sido útil, o que los testimonios no sean suficientes para condenar al pez grande.


El Centro Democrático teme perder su centro

$
0
0
Debido a asuntos familiares, el expresidente Uribe dice que tendría una nueva encrucijada en el alma para lanzarse como candidato, esta vez al Senado. Foto: Juan Pablo Pino

 “Hay el 98 por ciento de posibilidades de que se lance, y el 99 por ciento de posibilidades de que lo linchemos si no lo hace”, dice off the record una fuente del Centro Democrático que es de toda la confianza del expresidente Uribe, mientras se ríe. El comentario -en referencia a la eventual aspiración del ex Presidente al Senado, encabezando la lista por ese movimiento- resume la situación que allí vive buena parte de los militantes. Dicen que quieren sacar entre 25 y 30 senadores, y poner una ficha fuerte para las presidenciales, pero saben que si Uribe no se lanza el proyecto se muere. Y el problema es que Uribe no está aún convencido de hacerlo. El nerviosismo cunde en el Centro Democ

Según unas fechas que puso el mismo Uribe (lo hizo recientemente durante una reunión en el Hotel Las Lomas de Rionegro), el 30 de julio iba a anunciar a sus precandidatos a la Presidencia y el mecanismo para elegir al candidato y el 7 de agosto informará su lista al Congreso.

Ya pasó el 30 de julio y aún no se conoce el mecanismo para elegir al aspirante a la Presidencia, porque Uribe decidió que los precandidatos debían ponerse de acuerdo y éstos todavía no lo han hecho. Falta una semana exacta para que se cumpla el segundo plazo y no se sabe si Uribe ya armó su lista al Congreso de entre las 300 personas que se postularon. Mucho menos si su nombre estará ahí o no.

La razón de la indecisión sobre su aspiración son unas “consideraciones personales” que Uribe ha mencionado a su gente más cercana en el Centro Democrático y que, básicamente, tienen que ver con su familia y el estado de salud de su esposa, Lina Moreno, quien en mayo pasado fue hospitalizada por problemas respiratorios, según versiones de prensa.

Hace más o menos un mes, y ante la pregunta directa de si se lanzará o no, Uribe habría dicho en una reunión con otras seis personas del Centro que esperaba que ellos entendieran esas “consideraciones personales” pero no respondió ni sí ni no en concreto. Así se lo contó a La Silla una persona que estuvo ahí.

Otra fuente, quien está con el exmandatario en su gira por todo el país, nos dijo que lo que le ha oído decir a Uribe de manera directa es: “Yo tengo que analizar muchos temas (antes de decir si me lanzo o no), pues mi señora no ha estado bien de salud”.

Mientras que Paola Holguín, precandidata al Congreso por el Centro Democrático, cuenta que las “consideraciones personales” de Uribe son “su nietecito y Doña Lina”, pero afirma que está segura de que “Uribe es un político que sabe la situación del país y le puede más su deber de patria”. Es decir que para ella sí se lanzará.

“Siempre he creído que él (Uribe) en lo personal preferiría no hacerlo, pero las circunstancias lo van a llevar a ser candidato al Senado”, dijo por su parte, y en sentido parecido, a La Silla uno de los precandidatos presidenciales uribistas.

Todas estas impresiones muestran que, independientemente de que haya optimismo en algunos y pesimismo en otros, la nueva "encrucijada en el alma" de Uribe encabeza la lista de temas que quitan el sueño en el Centro Democrático.

El efecto 'personal'
Pacho Santos seguiría con su candidatura presidencial en caso de que Uribe no se lance. Foto: Juan Pablo Pino
Una eventual candidatura presidencial de Óscar Iván Zuluaga no tendría ningún peso sin Uribe como aspirante al Congreso. Foto: Juan Pablo Pino

¿Qué pasa en concreto si Uribe no es candidato? La respuesta es: la debacle.

En el Centro Democrático algunos de los encargados de hacer los cálculos electorales dividieron al país en seis regiones en cada una de las cuales aspiran a sacar 500 mil votos para la lista al Senado. Eso les sumaría tres millones de apoyos que les alcanzarían no sólo para pasar el umbral del 3 por ciento y convertirse en partido (para lo cual necesitan unos 450 mil votos), sino para obtener unas 25 curules. El sueño de ellos es convertirse en una fuerza parlamentaria similar o superior a La U y los liberales.

Ese cálculo tiene en cuenta que para su segundo mandato presidencial Uribe fue reelegido con poco más de 7 millones 390 mil votos, por lo que a los del Centro no se les hace un imposible sacar tres millones de apoyos al Congreso.

El cálculo optimista de los tres millones de apoyos sólo se podría dar siempre y cuando el nombre de Uribe esté en la lista, pues todos tienen claro que ninguno de los aspirantes que hasta ahora irían fijos (sus nombres los reveló La Silla recientemente) son pesos pesados en la política.

“Si Uribe no encabeza la lista, esto se muere. Sin él, por bien que nos vaya sacaremos por ahí unos tres o cuatro senadores”, le dijo a La Silla otra fuente del Centro que prefirió hablar sin ser citado. El panorama de “tres o cuatro senadores” dejaría haciendo a Uribe un oso monumental frente a la Unidad Nacional de Santos, si ésta se mantiene tan fuerte como está ahora.

“El Centro Democrático sin Uribe no es nada”, expresó por aparte José Obdulio Gaviria (precandidato al Congreso) a La Silla: “Nuestros resultados serían mediocres sin su candidatura al Senado”.

Y por el lado de las presidenciales igual, pues el Centro Democrático tampoco es que cuente con pesos pesados políticos entre los precandidatos a la Presidencia con capacidad de enfrentarse al poder de un Presidente en ejercicio.  Ni siquiera Luis Alfredo Ramos, quien es un barón electoral en Antioquia pero, sin embargo, no le fue muy bien en las elecciones regionales pasadas.

Óscar Iván Zuluaga fue electo senador con 82 mil votos, pero eso fue en 2002 y lo heredó su primo el senador de La U Jaime Alonso Zuluaga. Mientras que Pacho Santos sólo ha sido candidato a vicepresidente de Uribe, Carlos Holmes hace muchos años que no se mide en las urnas y el senador Juan Carlos Vélez (de La U) no podría ser el candidato porque incurriría en doble militancia.

Mejor dicho, la idea en el Centro es que la figura de Uribe le arrastre votos al ungido porque éste solo no podría. Y eso tendría que ser desde una aspiración al Congreso del exmandatario, quien a pesar de sus “consideraciones personales” ha dado más señales de que sí se lanzará que lo contrario.

Las señales
José Obdulio Gaviria quiere ser candidato al Senado, pero que Uribe encabece la lista. Foto: Juan Pablo Pino
La ex alta funcionaria de Uribe, Paola Holguín, cree que a Uribe le podrá más su "deber de patria". Foto cortesía de www.paolaholguin.com

El fin de semana pasado el Centro Democrático contabilizó 30 talleres democrático realizados por todo el país este año: reuniones uribistas que no son más que asambleas para escuchar a Uribe, ver a Uribe, aplaudir a Uribe, rendir culto a la figura de Uribe y, de paso, oír a sus precandidatos a la Presidencia. Pero poquito. Así lo contó hace poco La Silla después de asistir a uno de estos eventos.

Treinta talleres democráticos (y los que faltan) de los cuales Uribe sólo ha faltado al de Córdoba, precisamente, por la enfermedad de su esposa.

Treinta talleres democráticos en los que el exmandatario ha fungido como candidato diciendo que hay que retomar el rumbo del país, criticando al Presidente Santos y prometiendo que las cosas van a mejorar. “Estamos en esta lucha”, dijo hace poco en Ibagué frente a una multitud que le lanzaba vivas.

Hoy jueves los talleres continuarán en el Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada de Bogotá con una jornada que organizó el concejal del Polo que se volvió uribista, Orlando Santiesteban.

Allí, Uribe continuará con su estrategia de “mucho diálogo popular”, como le ha dicho a sus colaboradores y de meterle “mucho pueblo” al proyecto del Centro Democrático.

“No tendremos estrategas mediáticos ni grandes asesores y tampoco buscaremos a los grandes medios. Buscaremos a la prensa regional porque solitos podemos”, nos dicen que también les ha dicho.

¿Si eso no es un candidato al Senado, qué lo es?

“Yo sí he oído lo de las consideraciones personales del Presidente Uribe, pero no especulo y estoy convencido de que sí será candidato. Para mi es un hecho y por eso lo digo en mi libro”, dijo el exministro de Uribe Fabio Valencia Cossio, quien de paso le contó a La Silla que apoyará la lista al Senado de Uribe pero igual tendrá candidatos a la Cámara en la lista conservadora.

Esta posición de Fabio Valencia evidencia otro factor que podría sumarse a las "consideraciones personales" de Uribe y es que políticos de peso que a lo mejor quisieran estar con el Centro (como los candidatos a Congreso que quieren repetir, por ejemplo) no se pueden ir de sus colectividades porque incurrirían en doble militancia, y que, por lo tanto, el cálculo de los tres millones de votos no le de al ex presidente y prefiera no lanzarse para evitar el fracaso en las urnas. 

Es que el Centro no ha logrado convencer a políticos con un caudal importante de votos para que se vayan a su orilla y además, muchos líderes regionales prefieren entregarle los votos a un candidato al que puedan llamar y exigirle y eso no lo podrían hacer con el expresidente. Eso sin contar que listas de otros partidos (como el conservador y La U) de donde el uribismo podría arrancar apoyos jugarán con toda su maquinaria y el voto de opinión no prima en elecciones a Congreso.

De cualquier modo, aunque muchos den por sepultado al Centro Democrático si su “Presidente” no aspira, otros más optimistas creen que aún en ese caso vale la pena dar la pelea. Como por ejemplo Pacho Santos, quien ha dicho que de todas maneras buscará la Presidencia, y Paola Holguín, quien afirma: “Si algo extraordinario ocurriera y Uribe no se lanza, ahí estaremos sus escuderos para hacernos moler”.

El 7 de agosto, si Uribe cumple con su cronograma, seguramente se sabrá.

La endogamia educativa y los colegios de élite en Colombia

$
0
0

Por Javier Corredor

Si usted ha estado cerca de la élite colombiana probablemente conoce a alguien que cree que Meissen es una marca de cerveza alemana, o que Kennedy queda en algún estado al este de los Estados Unidos. Probablemente, también tuvo que ayudarle a alguno a llegar a la Plaza de Bolívar en las protestas contra Samper, o explicarle que Lucero Alto no es el nombre de una cantante de música de planchar.

Todo esto empieza con la endogamia educativa.

El destino manifiesto y nunca puesto en duda de una mayoría importante de los estudiantes de estrato seis (o más) en Bogotá es hacer un posgrado en el exterior (Estados Unidos y Europa por supuesto); es formar pareja con alguien que asistió como ellos a un colegio internacional, y que creció a pocas cuadras de su casa; es también tener un grupo de amigos que frecuenta los mismos círculos, que habla por lo menos dos idiomas y que es prolífico en apellidos de origen extranjero. A veces preservados obstinadamente con un guión después del apellido nacional. En palabras del Chavo para que me entiendan mejor: Los Pérez-Abolengo.

No todos. Algunos se rebelan, o conocen a alguien que les mueve el piso y se quedan a vivir en la clase media globalizada y renuncian de esta forma a los privilegios heredados. Para preocupación de los padres, que cada día más prefieren dejarlos hacer el pregrado aquí, no sea que vuelvan confundidos como Clara López o Daniel García-Peña, o como el mismo presidente, que después de Kansas le dio, más bien con poca consistencia, por intentar ser un traidor a su clase. Algunos pocos en sus viajes hacen amigos de otro origen; pocos también, venidos de provincia o de la educación pública. Los otros, la mayoría, vuelven al redil después de haber conocido el mundo, y paradójicamente sin conocerlo.

La historia no es nueva. Tampoco lo es la evidente desventaja genética que implica en el mediano plazo, ya saben por aquello de casarse entre castas. Lo que es nuevo y preocupante es la forma en que éste se ha convertido en el modelo a seguir para la educación en todos los niveles. Lo preocupante es también que ellos son los encargados de dirigir el país y de pensarlo. La columna de Marc Hofstetter sobre las víctimas, o mejor contra ellas, me recordó la que es quizás la más grave consecuencia de esta endogamia: la ausencia de empatía por los que sufren. Allí se implica que la búsqueda de reparación o más generalmente de cualquier otro apoyo estatal, es el producto de una actitud lastimera y vergonzante. Una obligación políticamente correcta pero sin fundamento. Como si haber nacido pobre, o ser víctima, o estar quebrado, fuera el producto de una autocondescendencia elegida. Más allá del debate de política pública que el texto pretendía abrir, y de las aclaraciones y disculpas del autor en la sección de comentarios, la siempre buena excusa de que lo que se hizo fue sacrificar un mundo para pulir un verso, lo que es irritante del texto es la notoria incapacidad empática. Como si en realidad el autor no se pudiera conectar con la angustia de un caficultor quebrado, o el dolor silencioso e irreparable de alguien que busca a un familiar desparecido, como si esas cosas, más allá de las cifras, no existieran. 

Lo que un modelo educativo segregado genera es la incapacidad de ponerse en la posición del otro (del otro en el espacio social: otra clase, otra raza, otra experiencia vital). Lo que una experiencia social compartida en una escuela incluyente (o una lectura básica de Rawls) puede enseñar es que nadie elige nacer donde nace, y que por lo tanto no es merecedor (ni culpable) de lo que esa posición implica. Las víctimas no eligieron su destino (tampoco los pobres), ni lo hicieron en una conspiración para acceder a beneficios estatales. Esa es la historia ya gastada por los republicanos de la welfare mom, en su tarea de desacreditar los programas de ayuda social. Mi pregunta es cómo alguien pudo escribir eso sin sonrojarse: Tal vez no se preguntó cómo se distorsionan los mercados cuando a la gente la descabezan para robarle la tierra, o peor no pudo conectar con el sufrimiento que eso implica. Las escuelas enseñan desde antes de empezar las clases, por la decisión e imposición de quienes pueden entrar, de quienes tienen el derecho, y de quienes se quedan afuera. Sin experiencia vital compartida, sin empatía con los que están en una posición más débil, todo lo que se hable en la clase de ética, son palabras perdidas.

Valencia Cossio y Ramos se reúnen de nuevo en el Centro... Democrático

$
0
0

Que a la presentación del libro “O cambiamos o nos cambian” del exministro Fabio Valencia Cossio en la Universidad Sergio Arboleda hayan asistido líderes políticos y gremiales tales como el expresidente Álvaro Uribe Vélez, el presidente de Fedegán José Felix Lafaurie o el presidente del Partido Conservador Omar Yepes Alzate, no sorprendió a nadie. Pero lo que sí causó extrañeza entre algunos fue la presencia del exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos.

Valencia Cossio y Ramos estuvieron divididos en las últimas elecciones regionales. De hecho el candidato de Ramos a la Gobernación de Antioquia, Álvaro Vásquez, señaló a Valencia de estar detrás de las notas del periódico El Colombiano en su contra y que a la postre influyeron en su mal desempeño en esas elecciones.

Sin embargo, una fuente cercana a estos dos barones electorales le dijo a La Silla que desde hace algún tiempo la relación viene mejorando. Prueba de ello es la carta que siete dirigentes antioqueños le enviaron hace poco más de una semana al presidente Juan Manuel Santos y que ambos firmaron. En ella le expresan su preocupación al primer mandatario por la falta de inversión en Antioquia.

El Centro Democrático y el expresidente Uribe han sido claves en este acercamiento. Tanto Valencia como Ramos desean posicionar este nuevo partido pero tienen el problema de que algunas de sus fichas actualmente tienen una credencial como conservadores, y por eso no se podrían lanzar por el Centro Democrático. Por eso Valencia ya le dijo a La Silla que va a apoyar una lista conservadora a la Cámara pero al Centro Democrático al Senado.

Por orden de su Presidenta, semana festiva en el Concejo de Bogotá

$
0
0

De manera inusual y mientras siguen sin destrabarse proyectos clave, como un cupo de endeudamiento para varias obras, la presidenta del Concejo de Bogotá decidió mandar a los concejales de vacaciones unos días.

María Clara Name, del Partido Verde, la presidenta más joven en la historia del Concejo, mandó a receso a los 45 concejales a partir de mañana viernes luego de una plenaria y hasta el jueves de la semana entrante. El resto de funcionarios deberá ir sólo los días hábiles durante ese lapso. 

Aparentemente la razón es que el próximo 6 de agosto es el cumpleaños de la ciudad y el 7 es día feriado, aunque La Silla no pudo conocer los argumentos oficiales de Name pues fue imposible comunicarse con la oficina de prensa del Concejo.

En cualquier caso, el Concejo de Bogotá no tiene limitaciones de días feriados para sesionar, ha sesionado incluso los 20 de julio y siempre hay sesiones los fines de semana. Además los concejales acaban de regresar de su tradicional receso de mitad de año, que dura un mes. Por eso, el hecho ha generado críticas entre varios concejales, periodistas y funcionarios de la corporación, quienes comentan que nunca se había presentado la situación antes.

Estas segundas vacaciones de mitad de año en el Concejo retrasan aún más el cupo de endeudamiento que se discute y que está trabado desde que el concejal opositor Javier Palacio recusó a nueve concejales por haberlo aprobado en primer debate, sin decir si tienen o no un posible conflicto de interés en la iniciativa.

La recusación de Palacio fue enviada por la Presidenta a la Procuraduría para que decidiera sobre la misma, pero la Procuraduría conceptuó desde el lunes pasado que el superior jerárquico en ese caso era la plenaria del Concejo. Es decir, que la plenaria debía decidir sobre las recusaciones. A pesar de ello, han pasado ya dos plenarias y Name no ha incluido en el orden del día la votación a las nueve recusaciones, lo que generó una lluvia de críticas en la plenaria de esta mañana pues eso tiene congelada la discusión del cupo.

Los personeros, ahogados por la Ley de Víctimas, piden ayuda

$
0
0
En muchos municipios del país, como aquí en Montería, las víctimas hacen largas filas para que los atiendan los funcionarios. El problema es que en los de quinta y sexta categoría solo están el personero y su auxiliar. Foto: Janca, donación Proyecto Rosa.

Ahora que el 7 de agosto es el corte de cuentas del tercer año del presidente Juan Manuel Santos, la ejecución de la Ley de Víctimas -una de las reformas más importantes de este gobierno- volverá a estar dentro del balance oficial. Y aunque seguramente habrá un parte positivo, el eslabón más cercano a las víctimas en muchos rincones del país siente que está a punto de quebrarse.

La mayoría de los personeros municipales de todo el país, sobre cuyos hombros recae una parte importante de la Ley de Víctimas a nivel local, no cuentan con los recursos ni los equipos necesarios para cumplir con sus funciones.

Un personero para muchas víctimas
La Federación Nacional de Personeros (Fenalper) -que dirige Andrés Santamaría, el personero de Cali- está impulsando un proyecto de ley para fortalecer las personerías municipales. Foto: Cortesia El Espectador
Uno de los mayores retos de la Unidad de Víctimas que dirige Paula Gaviria es llevar la atención integral a los municipios más pequeños, donde los personeros son el funcionario clave. Foto: Juan Pablo Pino

“Somos la ruta de acceso de las víctimas a sus derechos, pero la verdad es que es una dificultad constante. Y todos los días atendemos a 50 personas, el 90 por ciento de ellas víctimas, pero no damos abasto entre mi secretaria y yo”, dice Harry Mosquera, el personero de Necoclí (Antioquia).

En su pequeña oficina de 2 x 2 metros cuadrados apenas hay sillas para él y su secretaria, más dos -en mal estado- afuera en la sala de espera.

Su municipio, que registró 1.070 nuevas víctimas en los primeros dos meses del año, fue priorizado porque figura en el puesto 53 de municipios con nuevas solicitudesRecibió hace dos meses un computador de la Unidad de Víctimas para poder hacer los trámites en línea, pero todavía no está en uso. Y está esperando la llegada de unas sillas que les donará la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la Onu.

Esta es la realidad en más de un centenar de municipios más pequeños y con menor presupuesto (equivalente a quinta y sexta categoría), que han sido -o siguen siendo- azotados por el conflicto y que reúnen hoy un número considerable de víctimas.

Pero que, por su rango, no cuentan sino con una Personería Municipal con dos funcionarios -el personero y un auxiliar- y un presupuesto anual de 80 a 90 millones de pesos que no les alcanza.

“Nos dieron toda la carga de las víctimas en los municipios pequeños, pero no nos dieron con qué sobrellevarla. Yo tengo un estrés terrible porque dedico todo mi tiempo a las víctimas, pero me abrieron dos procesos disciplinarios porque no alcanzo a cumplir con mis otras funciones. He llegado a pensar en renunciar, pero estoy comprometida con mi trabajo y con las víctimas”, cuenta Sonia Cifuentes, la personera de Policarpa (Nariño).

Su municipio en el norte de Nariño, fuertemente golpeado por las Farc y los Rastrojos, es un buen caso de estudio. Cuenta con unas 7 mil víctimas, que equivalen casi a la mitad de la población total. En los primeros tres meses del año, 2.632 policarpenses solicitaron ser incluidos en el registro que lleva la Unidad de Víctimas, apenas 150 menos que en Pasto. Eso los colocó en el puesto 19 a nivel nacional, por encima de ciudades como Ibagué, Cúcuta o Bucaramanga.

Como Cifuentes, muchos personeros se quejan de que con la Ley de Víctimas les cayeron nuevas responsabilidades que rápidamente se han convertido en su única misión. Son ellos quienes se encargan de tomar las declaraciones a las víctimas para que la Unidad de Víctimas las evalúe y el Estado pueda reconocerlas como tal.

En las ciudades más grandes las víctimas pueden ir a las oficinas de la Unidad de Víctimas, de la Procuraduría o de la Defensoría del Pueblo, pero en los municipios con menos de 20 mil habitantes el personero es el único responsable.  Y de las 247 mil víctimas que solicitaron ser incluidas en el registro desde 2012 hasta febrero de este año, cuatro de cada cinco acudieron a una personería municipal.

Los personeros son además quienes orientan a las víctimas sobre sus derechos y quienes les cuentan cómo van sus trámites -como ayudas humanitarias, indemnizaciones o procesos de restitución- ante la Unidad de Víctimas o de Restitución, la Fiscalía, el Departamento para la Prosperidad Social o el Incoder. Son ellos quienes registran las organizaciones de víctimas y quienes coordinan las mesas de participación de las víctimas a nivel local.

Y en muchos de los casos ni siquiera cuentan con los equipos apropiados para hacer su trabajo. Muchas, como la de Yondó (Antioquia), han pasado temporadas de más de un mes sin formularios para hacer la inscripción. En El Cerrito (Valle) se gastaron 1.900 minutos celular en tres meses llamando a Bogotá -ante la falta de conexión a Internet- para averiguar por los trámites de las víctimas.

El proyecto de los personeros
Para que la implementación de la Ley de Víctimas avance, los personeros le están insistiendo al presidente Juan Manuel Santos en que necesita darles más recursos a quienes trabajan en el día a día con las víctimas. Foto: Juan Pablo Pino.
Mientras la Fiscalía, la Procuraduría o la Defensoría del Pueblo -que lidera Jorge Armando Otálora- recibieron recursos para implementar la Ley de Víctimas, los personeros no fueron tenidos en cuenta. Foto: Juan Pablo Pino

“Es la única institución de derechos humanos que está presente en todos los municipios, pero con esas carencias y limitaciones no puede ejercer sus responsabilidades a cabalidad”, dice Andrés Santamaría, el personero de Cali que dirige la Federación Nacional de Personeros (Fenalper).

Esta entidad, que tradicionalmente tuvo un perfil muy bajo, está tratando de reabrir ahora este tipo de discusiones en torno a la Ley de Víctimas. Hace un mes, la Corte Constitucional le dio razón a otro de sus caballitos de batalla: la inclusión de las víctimas de las 'bacrim'.

Y ahora quieren impulsar, con la ayuda del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), un proyecto de ley para fortalecer las personerías en todo el país.

Su propuesta central es aumentar el presupuesto de las más pequeñas en unos 40 millones de pesos, para que puedan contratar una o dos personas y atender a las víctimas. Esto porque el plan de financiación de la Ley de Víctimas aportó recursos a las instituciones que tendrían que implementarla, como la Procuraduría, Fiscalía y la Defensoría del Pueblo, pero no a las personerías municipales.

Para sacarle la politiquería a las personerías, están proponiendo que su elección se haga -igual de la del Procurador o la Contralora- a mitad de período del alcalde.

Además, que la elección se haga en base a un concurso de méritos -con un mínimo de conocimiento de derechos humanos-, con una audiencia pública y por una mayoría calificada de dos terceras partes del concejo. Y que quienes han estado en la campaña electoral del alcalde no puedan postularse, ni los personeros luego volverse candidatos.

La idea es asegurar que los personeros sean las personas idóneas para hacer de 'abogados de las víctimas', porque es una realidad que en muchos municipios han sido cooptados por los paramilitares o han estado más interesados por la política local.

Ya se sentaron a discutir el proyecto con el Ministro del Interior Fernando Carrillo y con el senador Juan Fernando Cristo -nuevo presidente del Congreso-, así como con el Procurador Alejandro Ordóñez y con el Defensor del Pueblo Jorge Armando Otálora.

Los personeros están convencidos que mientras no se logre fortalecer este primer eslabón de la cadena la reparación y restitución de tierras no logrará tener el impacto deseado, más allá de lo que diga el presidente Santos en sus discursos.

Precios de medicamentos: ¿cómo se reparte la torta?

$
0
0

Por César Rodríguez y Tatiana Andia

Ante la polémica nacional sobre los precios exorbitantes de los medicamentos, el jueves pasado el Ministro de Salud Alejandro Gaviria cumplió su promesa. Ese día y en nombre de la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos y Dispositivos Médicos el ministro presentó el tan esperado borrador de la circular 04 de 2013, con la que pretende regular el precio de 195 medicamentos que corresponden a 37 moléculas.

El impacto de la circular se verá en las finanzas de la salud, pero también en las de los laboratorios que se habían beneficiado de la desregulación. Como lo explicamos en nuestra entrada anterior en este blog, la infortunada liberación de precios fue producto de decisiones del gobierno Uribe en 2006.

Veamos entonces las cuentas sobre quiénes se han beneficiado de los altos precios, y cómo se beneficiarían los ciudadanos y el presupuesto público con la nueva política. Según los cálculos del Observatorio del Medicamento publicados en El Espectador, si se toman aquellos productos regulados para los cuales hay reportes de ventas en el 2012 (65 productos) y se calcula lo que se habría pagado por las unidades vendidas en el año 2012 si estas se hubieran comprado al precio establecido por la regulación en discusión, estaríamos hablando de un sobreprecio total estimado de aproximadamente $ 373.000 millones de pesos.

Si la nueva regulación es exitosa, esto significa que el sistema de salud se ahorraría una suma similar a esos $373.000 millones, que a su vez permitirían pagar por 733.063 usuarios del régimen subsidiado o 655.818 del régimen contributivo (a la Unidad de Pago por Capitación de 2013, que es de $ 508.993 para el subsidiado y de $ 568.994 para el contributivo).

La torta de los medicamentos de la Circular 4 de 2013

Ahora bien, para los laboratorios farmacéuticos involucrados las cuentas no son positivas, y lo que para el Estado es un ahorro para ellos son importantes pérdidas. Como se puede ver en la gráfica, la torta de ganancias (que ahora serán pérdidas) está repartida entre 18 laboratorios, entre los cuales los que más comieron fueron Roche con un 21% de la torta, Janssen (Johnson & Johnson) con un 14%, Baxter con un 10%, Abbott con un 9% y Sanofi-Aventis (que recientemente compró el laboratorio colombiano Genfar) con un 8%.

Las otras tortas de los medicamentos

Sería un avance fundamental que el sistema de salud deje de perder miles de millones de pesos en sobreprecios de medicamentos; por eso, muchos han celebrado las medidas adoptadas hasta el momento por la Comisión bajo el liderazgo del Ministerio de Salud. Sin embargo, hay muchas otras tortas en el mercado de medicamentos colombiano, de las que medran no sólo las empresas farmacéuticas multinacionales sino también los laboratorios nacionales. Lo que se viene para el Ministerio y la Comisión es identificar esas tortas y también tratar de reducirlas.

Sin embargo, vemos al menos dos problemas con lo que se viene:

  1. Las tortas que faltan están compuestas por medicamentos que sí tienen competencia y por lo tanto al fijar un precio máximo de venta para bajar el precio de las marcar más costosas se corre el riesgo de subirle el precio a lo genéricos que ya son baratos. Es decir, al fijar un precio máximo de venta para productos con competencia la Comisión podría terminar por borrar con una mano lo que hace con la otra.
  2. A diferencia de lo que sucede con los medicamentos de alto costo, los que tienen competencia sí se venden en farmacias por lo que el estado tiene menos capacidad de hacer cumplir sus ordenes. Para poner sólo un ejemplo, en el 2012 la Comisión definió un precio máximo de venta de $ 26.135 para el Nexium (Esomeprazol) de Astra Zeneca que sirve para la gastritis. Sin embargo, el precio al mayorista reportado al Sismed después de emitida la regulación fue 5 veces superior al precio fijado por el gobierno (entre $150.276 y $158.676), y el precio observado en farmacia fue 6 veces más alto que el de la regulación.

Cuando el Estado es el que paga por los medicamentos, como en el caso de los medicamentos incluidos en la última circular, es más fácil hacer cumplir los precios máximos de venta. Pero cuando es el consumidor el que por orden del médico tiene que pagar por sus medicamentos en una farmacia, el seguimiento y la sanción se convierten en un reto considerable para los reguladores.

El borrador de regulación que presentó el Ministro Gaviria estará en discusión hasta este domingo 4 de agosto. Falta ver cuántas correcciones se introducirán como resultado de esta consulta pública. Si el gobierno mantiene la línea del borrador, sin duda sentará un precedente muy positivo para las medidas regulatorias por venir. Pero lo que falta no es menor ni fácil.

JJ Rendón: ¿se le devolverá a Uribe como un bumerán?

$
0
0
En la última reunión grande la U la semana pasada, JJ Rendón (en la segunda fila con anteojos) estuvo presente, echó discurso y actuó como si ya fuera el asesor del partido. Foto cortesía Partido de la U

Cuando en el 2010, Juan Manuel Santos contrató al estratega político venezolano JJ Rendón para darle un vuelco a su campaña dijo que era una jugada para "alegrar la campaña". Ahora que el llamado “rey de la rumorología” emergió de nuevo en los retiros espirituales del Partido de la U la semana pasada al que ya no le hará tanta gracia de verlo otra vez en la arena política será al ex presidente Álvaro Uribe.

Durante este evento en el que el partido “rodeó” al presidente Santos, JJ Rendón aprovechó la oportunidad para criticar la postura del Centro Democrático de Uribe frente a la paz, dando las primeras puntadas de lo que seguramente vendrá en la campaña electoral que ya comienza a calentarse.

“En referencia a las vallas utilizadas por el exvicepresidente Francisco Santos para atacar al Gobierno y la mesa de diálogos de La Habana señaló que "Colombia merece la paz y utilizarla en medio de un proceso electoral, me parece oportunista de parte de Pacho", contó Caracol.

En ese encuentro fue evidente que Rendón volvería a ser contratado (o ya había sido contratado) como asesor para la campaña del Congreso del 2014.

Una muestra de ello (fuera de su presencia en una reunión interna del Partido) es que cuando el presidente Santos propuso que los de la U se unieran con los liberales y con los de Cambio Radical para presentar una gran “lista por la paz” al Congreso, una idea que no tiene acogida en el partido, algunos miembros de la U le preguntaron de frente a JJ si esa idea era buena para la U. El asesor respondió que no, que ya habían invertido mucho en crear la identidad del partido como para diluirla en una lista de coalición.  “Ya habló como asesor”, dijo uno de los consultados.

En el Centro Democrático también están convencidos de que el asesor enfilará su estrategia en contra de ellos. “Yo no tengo la menor duda de que JJ entró al ruedo y que se viene una campaña sucia contra el Centro Democrático”, dijo a La Silla uno de los asesores de este nuevo movimiento creado alrededor de Álvaro Uribe.

La principal razón para pensar que será así es que el Partido de la U enfrenta dos amenazas el próximo año: la más grande es la del Partido Liberal, que siendo el partido más afín al Presidente, ha ido ganando poder burocrático y fuerza en regiones donde en las pasadas elecciones ganó la U. La otra es la del uribismo. Pues si bien la élite del partido ya parece haberse decidido por Santos después del divorcio de sus dos fundadores, entre las bases del partido el uribismo prima. Si bien Juan Manuel Santos fue el que creó La U, lo hizo alrededor de la doctrina y del carisma del entonces presidente Uribe.

Como lo contó La Silla a principios de año, los cálculos que hacían por lo menos hace unos meses los senadores de la U es que si Uribe finalmente encabezaba una lista al Senado podrían perder hasta el 40 por ciento de los votos que sacaron en las últimas elecciones porque –entre otras cosas- unos 300 mil fueron por el logo de la U, que en el imaginario colectivo representaba la U de Uribe.

Por eso, cualquier estrategia política que adopte JJ Rendón incluirá, necesariamente, desacreditar al movimiento de Uribe. De hecho, uno de los temores que existe en el Centro Democrático es que si el expresidente no se decide en los próximos días a encabezar una lista al Senado y por su ‘encrucijada del alma’ decide postergar la decisión, que el asesor venezolano aproveche esta incertidumbre para regar el rumor de que Uribe ya no estará en el juego electoral del 2014.

 

Las armas y los dilemas de JJ
Juan Manuel Santos ganó las elecciones convenciendo a la gente que él sería Uribe III, una estrategia definida por JJ Rendón. Foto: La Silla Vacía
Cuando Antanas Mockus comenzó a puntear en las encuestas, Santos se trajo a JJ Rendón como asesor de la campaña. Una de sus tácticas fue magnificar cualquier error que cometiera el candidato Verde. Foto: La Silla Vacía

Si, como se anticipa, Rendón define la estrategia política de la U para el 2014 y escoge al Centro Democrático como su blanco tendrá la ventaja de conocer por dentro al uribismo.

Rendón llegó a Colombia en 2006, para la creación del partido de La U cuando Juan Manuel Santos era el director del partido y fue contratado para que ayudara en la creación del Partido de Unidad Nacional, como contó La Silla en este perfil sobre el asesor. El naciente partido, de la mano de la gran popularidad de Álvaro Uribe, tuvo un éxito arrollador en las elecciones parlamentarias de 2006.

JJ volvió al país seis semanas antes de las elecciones presidenciales del 2010, otra vez traído, y de afán, por Juan Manuel Santos, pero esta vez por insistencia de José Obdulio Gaviria, una de las manos derechas de Uribe.

La campaña de Santos atravesaba por su peor crisis, cuando su rival Antanas Mockus, impulsado por el fervor de la Ola Verde, lo comenzó a superar en las encuestas. En ese momento crítico, Santos llegó a la conclusión de que necesitaba darle un vuelco total a su campaña y que el venezolano sería el hombre indicado para hacerlo.

Desde el primer día, y como suele hacerlo, Rendón tomó control total de la campaña desplazando a Juan Mesa, e incluso, a los asesores gringos como James Carville y Jack Leslie.

Entre las estrategias aceptadas públicamente por Rendón (hubo otras menos transparentes que el asesor negó) estuvo el de acabar con la publicidad naranja y volver a los colores de La U, lanzando el mensaje de que Santos realmente era Uribe III; comenzar a referirse a Mockus como "profesor" en los debates e ignorarlo el resto del tiempo; revitalizar la maquinaria política con los senadores, representantes, alcaldes, diputados y ediles que hasta el momento estaban fuera de la campaña; y lo más importante: identificarse plenamente con Uribe. Hasta el punto, de impostar su voz para los comerciales elogiando a Santos.

La fórmula funcionó y tras la victoria de Santos, JJ salió en hombros y con numerosos contratos para asesorar las elecciones municipales del año siguiente. Sin embargo, apenas se acabó la fiesta de la elección, Santos rearmó su grupo, volvió Juan Mesa como asesor en comunicaciones y Rendón no fue invitado a la segunda reunión del equipo después del triunfo ni a ninguna de las posteriores.

“Una frase famosa de Juan Carlos Echeverry en esa época era que si necesitabamos a un venezolano para gobernar estábamos muy mal”, contó una persona del círculo cercano de Santos.

La Silla no pudo verificar con otra fuente que esa frase haya sido realmente pronunciada por el ex ministro de Hacienda, pero es un hecho que Rendón no ha jugado un rol en estos tres años de gobierno. En cambio en el 2011, sí fue un elemento fundamental en la campaña a la Alcaldía de Bogotá de Enrique Peñalosa, una vez se concretó la inusitada alianza de la U y el candidato Verde a través del ex presidente Uribe.

En ese momento Rendón contó que cuatro años antes Peñalosa se había opuesto a que lo asesorara cuando Uribe se lo recomendó, pero que cuando Gustavo Petro se creció en la campaña, el exalcalde verde finalmente aceptó sus consejos.

En otras entrevistas, concedidas después de que Santos y Uribe comenzaron a pelearse, JJ Rendón reconoció su amistad con el ex presidente y se lamentó de que estuvieran enfrentado con Santos.

Precisamente por esta amistad, JJ Rendón conoce bien quién es Uribe y salvo que decida conservar ese vínculo, una de las estrategias que comenzarán a verse si el expresidente se lanza al Senado será un constante ‘recorderis’ de los lunares de su pasado.

Como el mismo Rendón lo ha explicado al negar que él apele a la rumorología, una de sus técnicas es la del “contraste”, que consiste en contarle a los ciudadanos la información que no tienen sobre el candidato rival. Fue lo que hizo, por ejemplo, cuando difundió la información sobre la relación de "El Cebollero" y Aníbal Gaviria en las pasadas elecciones a la Alcaldía en Medellín como asesor de Luis Pérez o cuando en las elecciones para la alcaldía de Mazatlán, México, filtró a los medios que el opositor había atropellado a un transeúnte, no lo ayudó y luego trató de esconder el incidente.

Si bien Rendón podría sacar a relucir mucha información que ya ha sido olvidada o enterrada sobre el expresidente, hacerlo le planteará un dilema más allá de su vínculo personal.

El anti-chavismo de Rendón y Buen Gobierno

Uno de los problemas que enfrentará Rendón en esta campaña es que si en algo él ha sido consistente es en su anti-chavismo radical. Rendón aconsejó a la oposición venezolana cuando el fracasado referendo revocatorio contra Chávez en el 2002 y en varias entrevistas, el estratega venezolano ha dicho que desde que abandonó su país en el 2004 empezó a vestir solo de negro. "Tal vez por el dolor de salir de la patria", dice.

Fotos de años anteriores a 2004 ya lo muestran vestido de negro, pero esa frase que ha repetido en innumerables conversaciones dan cuenta de su posición contra el chavismo, que además, utilizó en varias de sus asesorías políticas para caricaturizar al rival de su candidato como un títere del presidente venezolano.

“En el concierto latinoamericano, JJ Rendón está más cerca a Uribe que a cualquier otra figura política. Aparecer ahora del lado de los mejores amigos de Maduro no le va a servir para futuras consultorías”, dijo un político no santista a La Silla.

El otro dilema que enfrentará es su relación con los que ahora liderarán la campaña santista desde la Fundación Buen Gobierno. Cuando en el 2010 Santos importó a Rendón de afán, el primero en salir de la campaña fue Juan Mesa, que luego volvió al círculo santista cuando el otro asesor terminó su contrato. “Esa distancia nunca se superó”, dijo una persona cercana a Santos. Según supo La Silla, Rendón y Vargas Lleras tampoco son cercanos. Y sus declaraciones en los ‘retiros’ de la U fueron contundentes en el sentido de que la U no debe dejar que la campaña se maneje desde Buen Gobierno.

Esto plantea un problema pues una campaña reeleccionista tendrá que contar con la maquinaria de la U, y esa campaña será coordinada por Mesa y Vargas Lleras.

“¿Si Santos en la próxima encuesta sigue cayendo entrará JJ a dirigir la campaña santista también?”, se pregunta un analista político. La respuesta se sabrá en algunos meses. Mientras tanto, el asesor venezolano 'alegrará' la campaña.


Del escándalo de las ambulancias en Bogotá a las casas gratis: se prenden las sirenas del cartel

$
0
0

Uno de los contratos del saqueo que sufrió Bogotá durante la administración de Samuel Moreno es el de las ambulancias para la ciudad. Y una de las tres empresas que se ganaron ese contrato, presuntamente amañado, tiene ahora varios contratos en la Costa Caribe, incluyendo uno para construir viviendas gratis.

Las irregularidades de ese contrato de ambulancias, aunque aún no están totalmente demostradas, son evidentes: el entonces secretario de Salud, Héctor Zambrano, enfrenta cargos en la Procuraduría y está negociando con la Fiscalía para develar la corrupción en ese caso; el ex concejal Hipólito Moreno ya se declaró culpable de haber influido ante Zambrano para que la licitación la ganara una Unión Temporal.

Eso sin contar que quien ganó ha incumplido varios compromisos.

La Unión Temporal que ganó esa licitación tenía tres miembros y uno de ellos, JA Asociados S.A., está construyendo varias obras para el Ministerio de Vivienda en el programa bandera de Santos de las casas gratis. Forma parte de la Unión Temporal que construye 256 casas en Pivijay (Magdalena), de la que hace 308 en Salamina (Magdalena) y de la que hace 274 casas en Lorica (Córdoba). En todos esos casos su representante legal es el ingeniero de Sahagún Jairo Aldana Bula.

Lo más preocupante es que, según los datos del portal web del programa de casas gratis, esas tres urbanizaciones van muy lento. La de Lorica, cuya entrega está prevista para noviembre y empezó en febrero, llevaba apenas el nueve por ciento de avance hace dos semanas; la de Pivijay, que debe ser entregada en febrero de 2014 y empezó en febrero de este año, llevaba el cuatro por ciento; y la de Salamina, que empezó en febrero y debe estar lista el 30 de diciembre iba en el uno por ciento.

¿Se repetirá la experiencia de Bogotá y con los mismos?

Los detalles significativos de la encuesta Ipsos-Napoleón Franco

$
0
0

Hoy Semana.com, RCN y La Fm revelaron los resultados de la encuesta Colombia Opina, de Ipsos Napoleón Franco. La encuesta muestra que nada ha cambiado estructuralmente en la opinión pública en el país en los últimos tres meses, salvo en los Santanderes, donde el impacto de lo sucedido en el Catatumbo es evidente.

La mayoría de los colombianos sigue oponiéndose a la reelección de Santos (un 60 por ciento), aunque si las elecciones fueran hoy seguramente ganaría porque no aparece ningún candidato que se le acerque al Presidente en intención de voto. La favorabilidad o desfavorabilidad de las instituciones se mantiene dentro del margen de error, salvo la del Congreso, que mejora en 7 puntos la positiva y baja en 6 puntos la negativa y la de Petro, que mejora ligeramente su imagen (mejora en 4 puntos la imagen positiva y reduce en 5 la negativa). Curiosamente, el ministro que sale peor librado es Alejandro Gaviria aunque es en salud, la cartera que él maneja, donde los colombianos sienten que ha habido la mejora más significativa.

El mayor cambio es que la gente siente que en su vida personal le está yendo mejor, aunque los encuestadores dijeron a La Silla que esto probablemente se debe a que en julio la opinión está más satisfecha que en las mediciones de noviembre porque viene de vacaciones.

El otro cambio significativo tiene que ver con el Catatumbo. Los Santanderes pasaron de ser la segunda región donde más personas pensaban que las cosas en Colombia iban por buen camino, con el 44 por ciento, a la que menos lo piensa, con apenas el 25 por ciento (frente al 38 por ciento en total). También es la región en que menos personas dicen que las cosas están mejorando en su vida personal (38 por ciento), en que hay una peor percepción de la economía (solo el 20 por ciento cree que está mejorando), en la que Santos tiene peor imagen (solo 37 por ciento de favorabilidad) y en la que hay menos personas de acuerdo con la reelección (20 por ciento).

Esos malos resultados no afectan en mayor medida el resultado total, porque los santanderes pesan poco en las cifras totales de la encuesta: apenas el seis por ciento, frente al 43 por ciento de Bogotá. En lo que se ve su efecto es en que el 53 por ciento de las personas cree que Santos ha tenido un mal manejo de los paros y en que estos se han legitimado: el 54 de los encuestados cree que son necesarios para obtener apoyo y atención del Estado.

El Gobierno critica ahora la defensa del Palacio de Justicia que antes avaló

$
0
0
El caso del Palacio de Justicia es uno de los más sensibles para el país.

El Espectador reveló hoy que el abogado Rafael Nieto Loaiza no representará más a Colombia dentro del proceso que sigue la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en contra del Estado por el holocausto del Palacio de Justicia debido a que el Gobierno concluyó que la tesis de su defensa era “insostenible”.  

Lo que es curioso es que hace cuatro meses, cuando se filtró la contestación de la demanda y se armó un escándalo precisamente porque negaba hechos que ya habían sido validados judicialmente, Nieto le dijo a La Silla que las líneas estratégicas de su defensa habían sido aprobadas por Adriana Guillén, la directora de la Agencia Nacional para la Defensa Jurídica del Estado. Un hecho que ni ella ni nadie en la Agencia controvierten.

El Espectador, sin embargo, dice que lo que “tenía muy incómoda” a la Agencia Nacional de Defensa Jurídica era que el alegato de Rafael Nieto –contratado el 21 de septiembre de 2012 por $406 millones–, parecía “más que una defensa del Estado colombiano, una defensa de los militares procesados y condenados por este caso: el coronel Plazas Vega y el general Jesús Armando Arias Cabrales”.

La pregunta que queda es si la tenía tan incómoda esta defensa por qué Guillén, la directora de la Agencia, avaló la contestación de la demanda de Nieto.

Guillen explicó a la Silla que ella asistió a una reunión que se dio el mismo día en que debía contestarse la demanda y que el texto lo conoció después. “En esa reunión Nieto expresó básicamente lo que se dijo ante la Comisión. El 26 de diciembre, luego de leer la contestación, suscribí una carta al doctor Nieto solicitando ajustes y redireccionamiento”, contestó Guillén.

El pulso entre civiles y militares

Lo que ha sucedido con la defensa de Colombia en el caso del Palacio de Justicia ha desnudado los problemas que tiene esta nueva Agencia creada por Santos en mayo de 2011, entre bombos y platillos, con elogiosa carátula de la revista Semana incluida, y el frágil liderazgo de su directora.

Adriana Guillén, la directora de la Agencia Jurídica de Defensa del Estado, avaló la defensa inicial de Colombia pero en realidad no tuvo tiempo para leer la contestación sino después de presentada.
Foto: Juan Pablo Pino
El abogado Julio Sampedro será el nuevo agente del Estado en el caso del Palacio de Justicia.
Rafael Nieto tiene otro contrato para defender al Estado, en el caso de la Operación Génesis. Ya se culminó la defensa y la sentencia saldrá en aproximadamente un mes.

También es el desenlace de un pulso de poder entre militares y civiles en donde el Gobierno optó –como lo ha hecho en varias oportunidades- por ceder ante los primeros, sin prever las consecuencias políticas e internacionales que vendrían después.

Como lo reveló La Silla desde el año pasado, mientras el país se daba golpes de pecho por el fallo de la Haya, se vencía el plazo para que Colombia contestara la demanda por los hechos del Palacio de Justicia.

Para ese momento, la Cancillería, el Ministerio de Defensa y la Agencia para la Defensa Jurídica del Estado llevaban más de 10 meses en reuniones definiendo quién sería el Agente del Estado colombiano en ese caso, sin duda, el más sensible de todos los que tiene el país ante la Corte. Faltando cuatro días para contestar la demanda, aún no habían contratado el abogado.

Santos había ordenado contratar al abogado Jorge Ibáñez Najar, quien alcanzó incluso a presentar un borrador con la estrategia de defensa, pero la cúpula militar lo vetó. El ministro Juan Carlos Pinzón propuso el nombre de Rafael Nieto Loaiza, pero este contaba con resistencias en el gobierno por parte de Santos y particularmente, por parte de la Canciller Holguín, quien se negó a firmarle un contrato a Nieto Loaiza.

Sin embargo, al final, se impuso el criterio de los militares, que veían en Nieto a un aliado de su causa, sobre todo en el caso de Plazas Vega.

Entre tanto, la Agencia de Defensa Jurídica del Estado se encontraba en una transición. Fernando Carrillo acababa de dejar la Agencia para irse al Ministerio del Interior y en su reemplazo había llegado la ex magistrada auxiliar de la Corte Constitucional Adriana Guillén, quien no dominaba el derecho internacional y menos el litigio ante la Cidh.

Guillén, recién posesionada, firmó, entonces, con Nieto Loaiza dos contratos. Uno, el 21 de noviembre de 2012 para la defensa del Palacio de Justicia y otro, el mismo día, para defender la Operación Génesis del Ejército. Cada uno por 406 millones de pesos.

Como ya se sabe, la defensa de Nieto decía, entre otras cosas, que no se había probado que hubiera habido desaparecidos del Palacio de Justicia; tampoco que algunos de los que salieron vivos hayan sido torturados; puso en duda que el magistrado Carlos Urán hubiera salido vivo; y negaba que las Fuerzas Militares hubieran sabido de la toma por parte del M-19 y hubieran retirado la seguridad.

Todos estos hechos que ya la Comisión de la Verdad, creada por la Corte Suprema en 2005 para esclarecer los hechos del Palacio de Justicia, y tres sentencias judiciales, habían declarado ciertos.

Obviamente, cuando se filtró su contestación de la demanda, se desató un escándalo mayúsculo para el Gobierno porque negaba cosas que incluso la defensa del coronel Plazas Vega había aceptado.

Los problemas de la Agencia

Desde su concepción, que se hizo con un crédito de 10 millones de dólares del BID, la idea era que la Agencia fuera una entidad que tuviera mucha fuerza en políticas preventivas y en  conciliación, es decir, que evitara que el Estado terminara en litigios que podía evitar. De hecho, la idea era que dependiera al Ministerio de Hacienda, porque el problema era fiscal.

Sin embargo, esa planeación no terminó siendo implementada: finalmente quedó adscrita al Ministerio de Justicia y en vez de tener cuatro direcciones (las de información, litigio, políticas y acompañamiento) terminó con tres. Además, después de una complicada búsqueda de quién la dirigiera, el actual ministro de Interior Fernando Carrillo llegó en marzo de 2012, pero solo estuvo cinco meses en los que la Agencia empezaba a definir cuál sería su funcionamiento.

Con su salida llegó Adriana Guillén, quien venía de ser magistrada auxiliar de Juan Carlos Henao en la Corte Constitucional. La directora no tenía experiencia administrativa previa (según su hoja de vida, había sido Procuradora Delegada para Asuntos Ambientales y Agrarios de Edgardo Maya, su actual pareja; magistrada auxiliar de Alier Hernández y Mauricio Fajardo en el Consejo de Estado; y abogada en Caracol Televisión) y la Agencia empezó a tener problemas internos.

En menos de un año (Guillén llegó a principios de septiembre de 2012) la Agencia ha tenido cinco secretarios generales, lo que muestra la inestabilidad interna. El consejo asesor, que se había planteado como un organismo de alto nivel que ayudara a definir las políticas de defensa del Estado o las estrategias en los litigios que asumiera la Agencia, no se ha vuelto a reunir, según le dijo a La Silla una fuente de la entidad.

Además, dentro de la entidad existe la sensación de que Guillén no tiene plena legitimidad para definir cuáles son las políticas de defensa del Estado ni de intervenir en los grandes casos cuando ella misma tiene demandada a la Nación. Guillén alega que el Estado le debe unos dineros por su trabajo como magistrada auxiliar, una pretensión legítima y que actualmente está pendiente de sentencia en el tribunal Administrativo de Cundinamarca.

Por último, la Agencia ha mostrado como propios resultados que se deben a otras entidades como cuando la Ministra de Justicia dijo en su rendición de cuentas que la Agencia había logrado ahorros por 700 billones de pesos para la Nación. Aunque no dijo a qué casos se refiería es justamente la cuantía de la demanda temeraria de la familia Durango, que rechazó el Consejo de Estado sin ninguna intervención de la Agencia. Prueba de eso es que cuando se conoció esa decisión, en noviembre del año pasado, cuando la Agencia apenas estaba empezando a funcionar. Y no se puede tratar de otros casos porque en ese momento la misma directora Guillén dijo que con eso se había logrado reducir el monto de las demandas a la Nación a 200 billones.

Lo que viene ahora

Para apagar el incendio de lo del Palacio de Justicia antes de que fuera demasiado tarde, el mes pasado el Gobierno creó una comisión de expertos para enderezar la estrategia de defensa, integrada -entre otros- por el ex magistrado de la Corte Constitucional Eduardo Cifuentes, por Juana Acosta, subdirectora temática de la Oficina del Alto Comisionado de Paz, el ex magistrado auxiliar Alexei Julio.

Esta Comisión hará recomendaciones con los nuevos lineamientos de la defensa de Colombia -que incluirá reconocer que hubo por lo menos dos desaparecidos y aceptar la responsabilidad del Estado en lo que ya ha reconocido la justicia colombiana. La decisión final de lo que se dirá ante la Corte la tomará el consejo directivo de la Agencia, compuesta por los ministros de Hacienda, Comercio, Justicia, Relaciones Exteriores, la Secretaria Jurídica de Palacio y dos asesores. Como el ministro de Defensa no está, tendrán que llevarlo como 'invitado'. En todo caso, esta comisión ya le da un nivel técnico al asunto y será más difícil para los militares vetar la defensa.

Luego, Julio Sampedro, quien firmó ayer contrato como nuevo agente del Estado, presentará sus nuevas tesis en dos audiencias. Una en octubre, donde presentará las excepciones y nulidades, y otra de fondo después. Se espera con eso que la condena al Estado no sea tan alta.

Como en la contestación de la demanda es donde se plantean las tesis jurídicas que luego defenderá el Estado, cambiarlas después de presentada, tiene un costo para el país (además de los 400 millones ya pagados a Nieto por una defensa que ahora se replantea). En todo caso, por lo menos para la historia de este país, es mejor corregir, así sea tarde, que insistir en negar lo sucedido ese terrible 6 de noviembre de 1985.
 

Movilizaciones y tentación de la violencia

$
0
0

El 19 de agosto está señalado como el día de la movilización de los cafeteros, los pequeños productores de leche, los cacaoteros, los paperos, los arroceros, a ellos se les sumaron los camioneros, los mineros nacionales y están pendientes de participar otros sectores sociales que tienen cuentas pendientes con el gobierno.

¿Por qué esta movilización social? ¿Qué ha empezado esta protesta ciudadana? Hay muchas respuestas y diversas motivaciones, pero algunas son más evidentes que otras. Los lugares comunes son: el incumplimiento reiterado del estado en los acuerdos con la sociedad civil, se pacta para conjurar una crisis y luego se olvidan de lo firmado. En consecuencia se ha ido perdiendo la credibilidad de los funcionarios gubernamentales y cada día se recurre a  instancias cada vez más altas y se exigen facilitadores, garantes y veedores internacionales como la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos o nacionales como el expresidente Samper Pizano.

Por otro lado se han ido acumulando problemas sin resolver de gobiernos anteriores que le han reventado al Presidente Santos. La sumatoria de los impactos de los TLCs y el conflicto irresoluto con los cocaleros y raspachines, cuya expresión coyuntural es el Catatumbo. Para no hablar del tema minero en el cual se embarcó, formalizando la locomotora minera en el Plan de Desarrollo, sin haber tenido en cuenta a los sectores sociales implicados como los campesinos, indígenas, comunidades afros y los mismos mineros tradicionales.

En la perspectiva de un proceso que erradique el conflicto armado interno, se debe tener coherencia con la resolución pacífica de los conflictos. Es decir que el garrote de paso a la zanahoria. La doctrina militar y policial sigue siendo la del conflicto interno, herencia maligna de la guerra fría. Aunque hay que reconocer que este gobierno y este fiscal han tenido actitudes diferentes y no han criminalizado la protesta social, el peso  del pasado y la tradición represiva tienen una influencia exagerada en las acciones de campo de las fuerzas de seguridad, situación que continuará hasta que no se terminen por modificar los manuales operativos de estas instituciones y se deje de pensar al opositor como un enemigo peligroso.

Entonces, se debe repensar el uso de la inteligencia como mecanismo de prevención y represión del movimiento social, dándole paso más bien a los observatorios sociales civiles que le hagan seguimiento a los acuerdos comunitarios y pactos que desde hace muchos años viene haciendo el gobierno sin darles cumplimiento para tomar medidas correctivas.

Pero también es necesario afirmar que el peor favor que el movimiento insurgente le puede hacer a la protesta social es involucrarse con acciones armadas. La violencia deslegitima la protesta de la sociedad civil. La tentación es grande, sobre todo cuando hay brutalidad de los organismos de seguridad estatales, pero la guerrilla y sus bases sociales afectas no deben caer en la tentación de la violencia.

El movimiento social rebasó la guerrilla  en sus zonas y tiene su propio norte y dinámica, coexiste y comparte territorio y problemas con ella, pero ha generado autonomía frente al estado y los partidos políticos. También tiene su propia agenda y quiere interlocutar con el estado para lograr acuerdos y mejorar su situación socio-económica. Esto es positivo, es parte de la acción política y ayuda a crear las condiciones para un cese definitivo del conflicto. Que el gobierno respete su dirigencia y honre los acuerdos es la mejor contribución que puede hacer al post-conflicto.

En los baldíos, Santos tendrá que escoger entre los cacaos y su discurso en La Habana

$
0
0
En los últimos dos meses han salido a la luz pública las compras masivas de tierras en la Altillanura que antiguamente eran baldíos del Estado, por empresas como Riopaila Castilla, Cargill o Poligrow. Foto: Juan Pablo Pino

Después de muchas reuniones y al menos cuatro borradores, varios de los cuales ya están circulando en los medios de comunicación, ayer en la noche funcionarios del Ministerio de Agricultura y de Presidencia finalmente alcanzaron un consenso sobre la famosa ‘ley de baldíos’.

Si logran convencer al presidente Juan Manuel Santos de esta nueva posición y se convierte en ley, las grandes empresas y los cacaos que compraron tierras en la Altillanura violando los topes establecidos serán los grandes perdedores. Pero el Presidente podría salvar así el sueño que ha vendido sobre el campo, sobre la restitución de tierras despojadas y sobre el proceso de paz.

Cumbre sobre baldíos en Palacio
La renuncia de Carlos Urrutia a la embajada en Washington se dio después de que el senador Jorge Robledo enfocara el 'chicharrón' de los baldíos como uno de responsabilidad política del Gobierno. 
Varias de las tesis sobre los baldíos de Néstor Humberto Martínez, el ex ministro de Justicia que es hoy el abogado de cabecera de Luis Carlos Sarmiento, podrían salir ahora del proyecto de leyFoto: Cortesía de El Espectador.
Desde que asumió el Ministerio de Agricultura, Francisco Estupiñán comenzó a advertir sobre las posibles irregularidades que se han detectado en la compra de antiguos baldíos del Estado. Foto: Juan Pablo Pino

Según pudo confirmar La Silla, este viernes en la noche terminó una reunión en Casa de Nariño entre funcionarios de Agricultura y la Secretaría Jurídica de Santos con una sola conclusión: no existe una fórmula viable que pueda solucionarle el problema a las empresas como Cargill, Riopaila Castilla, Mónica Semillas y Poligrow, que compraron tierras en el Vichada y en el Meta en los últimos años acumulando antiguos baldíos y saltándose los topes que fija la ley 160 de 1994.

El resultado de esta conclusión es que los borradores que venían discutiendo y que venían siendo elaborados con la ayuda del ex ministro de Justicia Néstor Humberto Martínez -abogado de cabecera de Luis Carlos Sarmiento Angulo, una de cuyas empresas también compró en la Altillanura- se mandarían a la ‘caneca’, por lo menos en lo esencial.

La Silla conoció tres de estos borradores que buscaban salvarle el negocio a los que compraron estas tierras y que serían ‘archivados’ si logran convencer a Santos. Entre ellos hay muchísimas diferencias, tanto de fondo como de forma. Tantas que resulta evidente que, como anticipó Semana, hay posiciones muy encontradas sobre el tema entre todas las personas que han venido trabajando en él.

La versión más temprana que conoció La Silla proponía una fórmula de contrato temporal para los predios enproblemados donde se comprobaba que había un proyecto productivo.

En esos terrenos, las empresas perderían la titularidad de la tierra pero conservarían la tenencia hasta por 30 años, en una especie de arriendo o ‘leasing’ que los obligaría a mantener la productividad, a pagar impuestos sobre ésta y a asociarse con -y no sólo contratar- campesinos.

Una segunda versión eliminaba estos contratos, pero incluía la idea de que si los antiguos baldíos no tenían ninguna prohibición de compraventa claramente señalada en sus matrículas inmobiliarias era imposible para sus compradores saberlo y que, por lo tanto, las transacciones habían sido de buena fe. La Silla supo que esta tesis, que Néstor Humberto Martínez ya ha expuesto en público y que fue controvertida por el Supernotariado Jorge Enrique Vélez, fue finalmente descartada en la reunión de Palacio.

VERSION 3 2013 07 by lasillavacia

VERSIÓN 4 PY LEY 2013 07 18 by lasillavacia

Los dilemas 'baldíos' del Gobierno
El ex ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, denunció antes de salir del cargo a 14 empresas que habrían presuntamente acumulado antiguos baldíos.
Varios de los casos de compra de ex baldíos están siendo investigados en el Incoder que dirige Miriam Villegas, que heredó la tarea de adjudicarlos del antiguo Incora. Foto: La Silla Vacía
El representante Wilson Arias, del Polo Democrático, ha liderado varias de las investigaciones de antiguos baldíos, incluyendo las de Mónica Semillas, Riopaila y Cargill.

El problema de ambas versiones es que era evidente la intención del Gobierno de legalizar la situación irregular de los poderosos, muchos de los cuales, además financiaron la campaña de Santos, son amigos suyos o fueron asesorados legalmente por amigos suyos. Y pese a que el Ministro de Agricultura Francisco Estupiñán había prometido en varias ocasiones que el proyecto no buscaría regularizar las compras cuestionadas.

Ya el hecho de que la firma de abogados Brigard y Urrutia hubiera creado el andamiaje jurídico para revestir de legalidad la compra por parte de algunas de estas empresas le cobró el puesto al embajador en Washington Carlos Urrutia, quien era dueño de esta firma cuando se realizaron estas asesorías.

La reflexión en la reunión de Palacio fue que si el Gobierno seguía adelante con esos borradores y los presentaba como proyecto de ley, el escándalo crecería y le daría más argumentos a los congresistas como Jorge Robledo y Wilson Arias que han liderado esas investigaciones. Y que al final podría caerse en la Corte Constitucional, como ya le sucedió a Santos con los tres artículos sobre baldíos en el Plan de Desarrollo.

Pero más que nada, que amenazaba a echar por la borda los esfuerzos que ha hecho el Gobierno por impulsar una verdadera reforma estructural en el campo que beneficie a los pequeños campesinos y que sirva de base para un proceso de paz.

Enviaría el mensaje de que más que apostarle a cerrar la brecha de inequidad con la población rural y de convertir a los campesinos en ciudadanos de primera, el interés del Gobierno sería impulsar el desarrollo agroindustrial, incluso a costa de los campesinos que buscaba proteger la ley 160 de reforma agraria.

El proyecto del Gobierno, según acordaron en la reunión del viernes, debería enfocarse en resolver el problema hacia el futuro, sobre todo porque buena parte del Meta o el Vichada -el corazón de la Altillanura- tiene un origen baldío y son tierras por definición reservadas para los campesinos sin tierra. Parten del supuesto de que todos los baldíos no son iguales y que hay áreas que no tiene sentido adjudicar a los campesinos.

La razón es puramente económica: en el Vichada, por ejemplo, el Gobierno calcula que la hectárea puede costar un millón de pesos (aunque algunas de las empresas cuestionadas compraron por 60 a 80 mil pesos). Una Unidad Agrícola Familiar -el terreno para que una familia campesina viva dignamente- allí equivale a 1300 hectáreas. Cuando el Gobierno le adjudica a un campesino una UAF le estaría ‘regalando’ 1300 millones de pesos, con lo cual el incentivo para que lo vendan es gigantesco.

Sobre todo porque poner a producir esta tierra exige una inversión aproximada de 10 millones por hectárea para llegar al suelo orgánico. El tamaño de esa inversión hace muy difícil que un campesino pueda hacerla sola. Por eso, en el Gobierno están convencidos de que necesitan meter a las empresas privadas para desarrollar esta frontera agrícola.

La pregunta es cómo. La fórmula tentativa a la que han llegado los funcionarios que están trabajando en esto es que hacia el futuro no se hagan asignaciones de UAF a empresarios privados sino que se les conceda el usufructo por 30 años y con condiciones estrictas para que ayuden a desarrollar la infraestructura de la región. Y que si no lo hacen, estas tierras sean revertibles al Estado.

Con esta fórmula, el Gobierno podría desarrollar las 4 millones de hectáreas de la Altillanura (de las cuales 400 mil ya están vendidas) sin poner en riesgo el discurso que ha vendido, tanto en La Habana como al resto de colombianos, de que Santos está verdaderamente comprometido con una reforma agraria que beneficie a los campesinos pues la ley no estaría dirigida a solucionarle el problema a los súper poderosos que compraron tierras de manera irregular.

Sin embargo, para que esto sea posible primero tienen que convencer a Santos de darse esta pelea con los cacaos. ¿Lo lograrán?

Impunidad sin vaselina

$
0
0

En este mismo espacio escribí con esperanza sobre el fallo mediante el cual el Consejo de Estado decretó hace unos meses que el período del Fiscal General debe ser personal; es decir, por cuatro años desde su posesión.

 

Pasado un tiempo prudente luego de esa decisión, creo que el Doctor Montealegre esta perdiendo el rumbo.

 

Él, que es uno de los dos penalistas que ha llegado a ocupar ése cargo desde la creación de la Fiscalía General de la Nación, es el primero que representa el modernismo del derecho penal (el otro penalista fue Alfonso Gómez, quien pertenece a la vieja guardia) y lleva sobre sus hombros la responsabilidad histórica de enrutar al País en el sistema acusatorio, importado por el opaco fiscal Luis Camilo Osorio. 

 

Hasta ahora -luego de ocho años de vigencia-, lo que se ha demostrado es que, el acusatorio es un sistema que ha incrementado los índices de impunidad en Colombia.

 

Digo que perdió su rumbo el Fiscal Montealegre porque, con esa enorme responsabilidad y expectativas, no puede transformarse el Director de la política criminal colombiana en un actor político que se rebaja permanentemente, a petición del público, a estar en la arena política intercambiando golpes con un personaje como Alejandro Ordoñez.

 

Nada mas equivocado que darle vitrina a un rival que en realidad no pasa de ser un politiquero profesional y dista mucho de ser un contrincante en el plano académico e ideológico de la ciencia penal  -como sí lo es Montealegre-, para crecerlo artificialmente ante la opinión pública como un contradictor válido.

 

Lastimosamente; ha caído el Fiscal en ese juego, tal vez embriagado por la vanidad que producen los titulares de prensa, magnificados por los medios de comunicación que se están dando un banquete vendiendo periódicos, incrementando clics y aumentando raiting, gracias a las peleas públicas de Montealegre con Ordoñez.

 

Como si eso no fuera poco, ahora lo encontramos trenzado en una disputa judicial con la Contralora Morelli; con ella, la pelea puede ser catalogada de personal, surgida desde pretéritas épocas del Externado, convertida en una guerra fría que traspasó del ámbito privado al institucional y ahora al judicial. 

 

Vimos hace unos días, una solicitud de amparo vía tutela por parte del Fiscal General, pidiendo protección judicial a sus derechos, supuestamente atropellados por la Morelli, siendo el asunto en discordia una de las tantas consecuencias generadas por la disputa que soterradamente sostienen los dos funcionarios.  

 

Otra de las actividades preferidas del Fiscal, es la defensa a ultranza del Marco Jurídico para la Paz y todo lo que tiene que ver con posicionar jurídicamente una política que, es de origen y responsabilidad exclusivamente gubernamental y que apenas avanza de manera incierta en su componente político en la negociación que Gobierno y guerrilla adelantan en La Habana. 

 

De esas negociaciones puede que se desprendan consecuencias; primero políticas y al final jurídicas, como modelo para alcanzar la paz que se está pactando. En ése momento será competencia de la fiscalía implantar y ejecutar lo que se pacte y sea avalado, bien por el congreso, bien por el pueblo; por ahora, el papel de la fiscalía debería ser el de prepararse para entrar en la función cuando le competa.

 

Hoy por hoy, defender o no el proceso de paz, es una labor del gobierno y no del Fiscal General, que gústele o no a los puristas del sistema acusatorio, aún hace parte de la rama judicial y debería; al menos en teoría, ser independiente del poder ejecutivo.

 

No tendría por qué la administración de justicia estar en los medios, en los foros y en todos los escenarios, defendiendo un proceso de paz que todavía ni siquiera se sabe si va a pactarse o no. 

 

Podría explicarse este exceso de gestión del Fiscal en tan delicada y ajena labor, en la debilidad que tiene el gobierno porque carece de funcionarios capacitados para defender y exponer ante el País los temas jurídicos relacionados con la paz.  

 

Dentro de quienes estarían en la obligación en el Gobierno de echarse al hombro la carga que hoy lleva Montealegre; estarían entre otros, el intrascendente Fernando Carrillo, quien parece haberse quedado estancado en los años 90s y no se comporta como un ministro adulto de la política.

 

Otro tanto ocurre con la mediocre ministra de Justicia, quien llegó a esas ligas porque se requería una cuota para el gabinete mujer, nacida fuera de Bogotá y liberal.  Cumplió con esos requisitos (al menos los dos primeros), pero los necesarios para ejercer el cargo, ha demostrado hasta el cansancio que no los tiene.

 

Sin embargo, la mediocridad del gobierno no puede ser la excusa para que el Fiscal termine siendo el escudero jurídico y político del proceso de paz a servicio de Santos, simplemente porque él no es ministro del gabinete.

 

Todo lo anterior no sería tan grave si no estuviésemos en un País en el que la impunidad campea; no solamente en la macrocriminalidad sino en la que afecta al ciudadano de a pie. 

 

El día a día nos atrapa en una sensación de impunidad acrecentada con la difusión de los casos no resueltos:

 

El carrusel de la contratación (que ya parece el carrusel del principio de oportunidad) en el que las condenas y la reparación no parecen estar en la agenda de la justicia; el de Interbolsa, que es el paradigma de que al delincuente de estrato seis no se le trata en igualdad de condiciones si se le compara con lo ocurrido con DMG de David Murcia y su pirámide menos sofisticada.

 

Impertérritos vimos las maniobras de Brigard y Urrutia que dieron apariencia de legalidad a transacciones ilegales de tierras (igual a  como se amañaron los pliegos en las licitaciones del carrusel) pero que no generan consecuencias judiciales, apenas políticas. 

 

Los borrachos asesinan con sus carros a transeúntes y se refugian en clínicas de reposo ante la mirada pasiva de la fiscalía; después de tres años, el caso Colmenares languidece junto con el cierre del juzgado en el que apenas empezaba la audiencia preparatoria de un juicio dilatado hasta la saciedad (incluso la de los medios que hicieron su festín y que ahora apenas se ocupan de registrar un tránsito seguro hacia la impunidad); el del grafitero, un falso positivo urbano que apenas inició, se sumergió en el laberinto kafkiano de la justicia de la impunidad, al igual que languidecen los miles de falsos positivos que sistemáticamente desaparecen de la memoria colectiva, al mismo tiempo que se diluyen en los vericuetos judiciales.

 

A esos, que son casos paradigmáticos se suman las muertes producidas en los atracos por hurtos de celulares; los secuestros exprés que se realizan en el corazón del barrio rosales de Bogotá y que simplemente no se reportan por la convicción que tienen las víctimas de estar perdiendo su tiempo; las mas y mas frecuentes irrupciones violentas a las casas de los ciudadanos que terminamos amarrados, violentados, secuestrados y hurtados, sin que se generen consecuencias judiciales para los criminales y qué decir de los casos de paseos millonarios que, por no ocurrir sobre un sujeto pasivo calificado (gringo y con chapa de la DEA), simplemente se acumulan en las estadísticas de impunidad en los anaqueles de los despachos judiciales.

 

Seguirán apareciendo eufemismos o nombres criollos para cada caso importante o pintorescas descripciones para cada modalidad de violencia soportada por los colombianos, además de los muchos otros que por falta de espacio he dejado de mencionar, que se ventilarán y juzgarán en los tribunales de los medios de comunicación, que poco a poco reemplazaron al inoperante sistema que no satisfizo la necesidad de administrar justicia que requiere toda sociedad civilizada. 

 

Mientras todo esto ocurre, el Fiscal más preparado que hemos tenido en la ciencia penal y criminológica, el alumno aventajado de Roxin y la esperanza de quienes padecemos este sistema judicial que enferma a nuestra sociedad, se enfrenta como trompadachín político a los contradictores del gobierno en titulares de prensa y se enfrasca en discutir si al procurador se lo hacen con o sin vaselina, cuando lo cierto es que a nosotros, los ciudadanos, desde hace años nos lo están haciendo sin vaselina.

Santos, ¿cómo vamos? (II)

$
0
0

Si quitáramos el proceso de paz, ¿qué le quedaría al Gobierno? Bastante, pero nada verdaderamente transformador o histórico. Incluso sería difícil imaginar cómo podría ser identificado dentro de unos años. 

Es una paradoja porque el Gobierno tiene resultados para mostrar. Santos conformó un buen equipo y ha hecho muchas de las cosas que los candidatos que lo enfrentaron durante la campaña hubiesen hecho si estuvieran en la Presidencia. Sin embargo, aunque en el discurso oficial siempre hay alusiones superlativas como las que utilizan los locutores deportivos, del estilo de “nunca antes”, “la más grande”, etc., al ciudadano común y corriente le queda difícil identificar los logros.
 
En los tres problemas que la gente identifica como más importantes: la inseguridad, el desempleo y la pobreza a Santos le va bien según las estadísticas.
 
La violencia homicida, el indicador más fiable en materia de seguridad, alcanzó a fines de 2012 los niveles más bajos en los últimos 30 años. Santos recibió una tasa de desempleo cercana al 13 por ciento y la tiene en menos de 10. La pobreza pasó de casi 35 por ciento a un poco más de 32. La desigualdad, medida por el indicador GINI, también disminuyó en estos tres años.
 
A pesar de esos resultados la gente percibe, según la encuesta que circuló este fin de semana, que la situación va por mal camino y que las políticas del gobierno no son buenas, ni en seguridad, ni en generación de empleo, ni en reducción de la pobreza.
 
Hay programas y proyectos muy exitosos como los del Ministro de Comunicaciones para mejorar el acceso a Internet de banda ancha y a herramientas que faciliten el uso de nuevas tecnologías. O como el del Ministro Pardo para proteger a los adultos mayores. O com los varios que lidera la Dirección de Prosperidad Social para reducir la pobreza. Sin embargo ninguno de ellos, ni todos sumados, le ponen un sello al Gobierno. Ese es el problema de Santos que está por terminar su primer período de Gobierno y, como ya dije, excluyendo el esfuerzo por la paz, nos quedamos sin saber qué estaba haciendo.
 
En estos días de balance, el Presidente ha insistido en su programa “histórico” en materia de infraestructura, incluso reconoció que nos “demoramos un poco”. Por ahora hay anuncios de licitaciones, de enredos contractuales y pocos kilómetros de carretera nueva para citar un ejemplo.
 
¿Por qué el 60 por cuento de los colombianos preferirían que no se reeligiera Santos a pesar de que ha hecho la tarea en los frentes más importantes? ¿Por qué el clima de opinión es pesimista si el Gobierno dibuja un panorama muy distinto? La respuesta más simple, la que más le gusta a los gobiernos, es que es un problema de comunicaciones. El Presidente lo ha dicho muchas veces “no estamos comunicando bien los logros”.
 
En realidad es un problema de falta de visión. Santos no logró plantear un objetivo con el que la sociedad colombiana se identificara. El slogan de la prosperidad y el de un país más justo, moderno y seguro resultaron patéticos. Si uno le preguntara a un ciudadano en la calle de cualquiera de nuestras ciudades, qué está haciendo Santos, ninguno contestaría que haciendo un país más justo, moderno y seguro a pesar de que nos lo repiten a toda hora
 
Cuál es el modelo de sociedad y de país que impulsa el gobierno es algo que no es fácil de contestar. Claro, si no excluimos la paz, la historia es distinta, porque ahí se puede identificar un relato, pero el propio Santos ha repetido que si el proceso fracasa “no perdemos nada”. El Presidente ha tenido temor de casarse solo con la paz y terminó con un muñeco amorfo.
 
La impronta de un gobierno liberal contemporáneo que pareciera que Santos quiere tener se vuelve borrosa cuando aparecen los denominados “dilemas morales” como el aborto o los derechos de las parejas homosexuales. El Presidente se esconde y la Ministra de Justicia se asusta.
 
A pesar de la ausencia de norte, la mayoría de los ministros hacen bien su tarea, otros –claro- son un fracaso –ese sí- histórico. Por eso algunos dicen que en estos tres años ha habido más “Gobierno” que Presidente. O dicho de otra manera, más tecnocracia que liderazgo y los capítulos en la historia los escriben los líderes.
 
Santos dispersó los esfuerzos y los recursos. Ha querido quedar bien con todos y eso casi siempre termina en que no se queda bien con ninguno.
 
Una regla de buen gobierno, el que tanto pregonó el Presidente antes de serlo, es priorizar. Los Presidentes deben tratar de resolver –no de paliar o mitigar- un problema grande. Uribe asumió el de la confrontación y a la gente le queda muy fácil responder qué hizo, así en lo demás haya sido un fracaso o un enorme retroceso.
 
A Santos le quedan uno o cinco años –yo vaticino que cinco- y en lo que resta tendrá que definir el norte o definirse de una vez por todas por la paz.
 
El Gobierno puede insistir en que vamos bien, la gente en que vamos mal pero -bien o mal- lo cierto es que no sabemos para dónde vamos y ese es el problema.


Ramos: el punto de encuentro entre los conservadores y el Centro Democrático

$
0
0
Luis Alfredo Ramos anda buscando puntos de encuentro entre los conservadores y el Centro Democrático: dicen que tiene un pie allá y otro acá.

Foto: Juan Pablo Pino

El viernes pasado el Centro Democrático definió que va a elegir su candidato presidencial por consulta popular, que esa consulta se va a hacer el mismo día de las elecciones a Congreso, y le ofreció a los conservadores tener un candidato de coalición para las presidenciales. Con ese anuncio el exgobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos queda en una excelente posición.

Ramos había dicho que su condición para ser precandidato en el Centro Democrático era que la elección del candidato se hiciera por consulta popular. Como él es el único con movimiento político grande propio, arranca con ventaja frente a todos sus rivales.

‘Pacho’ Santos, quien tiene más reconocimiento público, prefería una encuesta, pero puede arrastrar votos de opinión en la consulta. Su lío es que a un barón electoral como Ramos (quien, por ejemplo, sacó poco más de 800 mil votos a la Gobernación de Antioquia en 2007), una consulta que coincida con las elecciones al Congreso le facilita la vida, porque no tiene que mover su maquinaria dos veces -pues probablemente tenga candidatos al Congreso- y puede sumar más votos: los que consiga como precandidato de opinión pueden reforzar los de sus apadrinados al Congreso, y los de maquinaria de sus fichas son una base para su candidatura.

Por eso, con el anuncio del viernes el uribismo no sólo le dio a Ramos lo que quería, sino que le dejó todo servido para que se convierta en su candidato presidencial. Pacho también lo podría ser, pero no cuenta con maquinaria ni movimiento político propio.

Paradójicamente, los dos aspirantes que se ven más fuertes en el Centro Democrático están sujetos a decisiones judiciales que tarde o temprano se darán sobre ellos y que podrían llegar a perjudicarlos. Contra Pacho hace siete años cursan investigaciones en la Fiscalía por las menciones que de él hicieron jefes ‘paras’ por su presunta injerencia en la conformación de grupos paramilitares en Bogotá. A Ramos, como lo contó en su edición de ayer El Tiempo, lo salpica el reciente fallo en contra de Óscar Suárez Mira -exsenador de Ramos y su aliado en Antioquia-, pues allí se da por cierta una reunión de Suárez Mira con paramilitares para concretar apoyos a la Ley de Justicia y Paz. En ese encuentro también habría estado Luis Alfredo Ramos, quien tiene indagación preliminar abierta, según El Tiempo.

Las cartas de Ramos
Este 7 de agosto Álvaro Uribe va a anunciar su lista al Congreso, la segunda movida electoral del Centro. Foto: Juan Pablo Pino
Pacho Santos es el otro candidato fuerte del Centro. Foto: La Silla Vacía

Ramos es un conservador de cuna pero sabe lo que es hacer política con un partido nuevo. No sólo formó Equipo Colombia cuando, a finales de los años noventa, muchos políticos crearon sus propios movimientos, sino que mantuvo esa personería jurídica y en 2006 se alió con Alas, el movimiento de la familia Araújo en el Cesar, para tener un partido propio.

Alas Equipo Colombia en 2006 obtuvo cinco curules, tres de ellas de aliados de Ramos en Antioquia (Óscar Suárez Mira, recientemente condenado a 9 años por ‘parapolítica’; Óscar Darío Pérez y Gabriel Zapata), y en 2007 avaló a Ramos en su elección como gobernador.

Aunque desde entonces la política antioqueña ha cambiado mucho, Ramos dejó una imagen de buen ejecutor y mantiene un caudal importante en Antioquia, por más de que haya sufrido una dura derrota frente a Sergio Fajardo en 2011, y desde entonces sea el principal rival del popular gobernador.

La fuerza de Ramos en Antioquia, sumada a la de Uribe, no es despreciable. El departamento puso casi 2 de los menos de 15 millones de votos de la primera vuelta de las presidenciales de 2010, ocho de los 100 senadores y tiene 17 representantes a la Cámara, y seguramente es el departamento en el que Santos tiene menos tracción. Además otros grupos conservadores, como el de Fabio Valencia Cossio, están jugados por el uribismo. Por eso, probablemente será allí donde la consulta recoja más votos como porcentaje del censo electoral.

Lo que más le falta a Ramos es proyección por fuera del departamento. Aunque fue Ministro de Comercio Exterior de Samper, duró pocas semanas en el cargo pues renunció como parte del retiro del apoyo conservador al Gobierno en pleno proceso 8.000. Su votación en 2002 se concentró en un 80 por ciento en Antioquia, y sus logros en el país con Alas Equipo Colombia fueron, en realidad, el resultado de sus votos en Antioquia y los de los Araújo y sus aliados en Cesar y La Guajira.

Por eso, aunque Ramos es un cacique regional poderoso, parte de su valor está en que es el puente con la segunda bancada más grande del Senado y un partido que obtuvo más del 20 por ciento de la votación al Senado.

Puente azul
Al Presidente Santos le convendría más Pacho Santos que Ramos como contendor. Foto: Juan Pablo Pino
Ómar Yépes, director azul, se ha reunido con Uribe pero no han concretado alianzas.

El Partido Conservador tiene su propia encrucijada en el alma: no ha definido aún si irse con Uribe o con Santos. La alternativa de tener un candidato propio, que es posible, sólo sería un paso previo a terminar en uno de esos dos grandes bandos.

Por ahora, los azules no han tomado una decisión, pues están divididos, y entre más se demoren en hacerlo seguramente terminarán más cotizados (y con más capacidad para exigir puestos).

La decisión del jueves pasado de suspender la búsqueda de candidato, derrotando la posición del presidente de la Dirección Nacional Conservadora, Ómar Yepes, de jugársela con candidato propio , muestra que la mayoría de los azules ven en el tiempo un aliado natural: aunque la decisón los acerca a Santos, no hay un pronunciamiento formal de que vayan a acompañar su eventual campaña reeleccionista.

Además, no han ocultado sus coqueteos con el uribismo. Al guiño de Uribe del viernes, Yepes ya respondió diciendo que es una nueva posibilidad para el partido. Además, los dos únicos aspirantes a ser candidatos azules, Marta Lucía Ramírez y José Félix Lafaurie, son simpatizantes del ex presidente.

En medio de ese tire y afloje, acercamientos como el de Ramos con Fabio Valencia Cossio, logrado gracias a su uribismo, muestran que el ex presidente es un polo de atracción. Sobre todo porque los conservadores son conscientes de que buena parte de sus bases son uribistas  y que, aunque en las legislativas el partido funciona con maquinaria y no con opinión, la foto con Uribe puede darles un empujón definitivo.

Más cuando siguen molestos con que Santos haya armado su equipo de la reelección con liberales y con que su rival histórico sea el partido consentido del presidente. Además de que algunos azules insisten en que Santos le ha dado un tratamiento de tercera en términos de burocracia a la colectividad, mientras que con Uribe fueron los consentidos en los dos gobiernos.

Tal y como están las cosas, la posibilidad de tener un candidato conservador con la camisa del Centro Democrático es una excelente opción para los azules. Excepto si, debido a que se están cotizando, Santos decide contentarlos con más mermelada.

Los efectos en el Centro

Por ahora, la decisión de hacer la consulta el día de las elecciones evita un choque entre Pacho Santos y Ramos, que son los precandidatos con más fuerza en el uribismo. Además, haber elegido el día de las elecciones al Congreso evita que la consulta tenga muy pocos votos, algo que en el pasado ha dejado debilitados a los partidos pocos meses antes de las elecciones definitivas, como le pasó a los liberales en octubre de 2009.

Otro efecto es que le cierra la puerta a que dos de los otros precandidatos (Óscar Iván Zuluaga y Carlos Holmes Trujillo) terminen usando su precandidatura como trampolín para quedar bien ubicados en la lista al Senado, y más bien los compromete en la carrera presidencial.

Y en el caso del senador de La U Juan Carlos Vélez, lo acerca a incurrir en doble militancia. Aunque ser precandidato del Centro Democrático es una provocación para La U, que lo podría expulsar por violar los estatutos, que es lo que finalmente quiere Vélez, en La U no hay mayor incentivo a expulsarlo. Y, además, lo más probable es que su inscripción sea revocada porque un año antes a ésta estaba en otro partido.

La última consecuencia para el Centro Democrático es que el movimiento está asumiendo el riesgo de que, como pasó con la consulta conservadora en 2010, otros partidos saquen gente a votar y terminen cambiando los resultados de la consulta favoreciendo adrede al aspirante menos fuerte para debilitar al uribismo. Sobre todo porque en las legislativas igual se mueven todas las maquinarias.

Por ahora Juan Manuel Santos escogió como contendor a su primo Pacho Santos, a quien intentó caricaturizar de entrada. Pero Ramos ganó el primer round por la candidatura y es posible que el Presidente termine enfrentandose es al exgobernador.

La reforma de la salud en Colombia

$
0
0

Por David Bardey

Las grandes líneas de la reforma del sistema de salud que el Ministro Alejandro Gaviria ya ha revelado han generado opiniones contrastadas en el mundo académico. Esta entrada retoma algunos puntos claves de la reforma en una primera parte. En una segunda parte, se  hace énfasis en algunos de los elementos del debate que tuvo el Ministro con Leonardo Villar (Director Ejecutivo de Fedesarrollo). La tercera parte formula algunas advertencias.

  1. La reforma en sus grandes líneas

Según las declaraciones del Ministro, dos de las preocupaciones que trata de resolver la reforma son: 1) evitar que las EPS/gestores utilicen los recursos de las unidades por capitación (UPC) para otros asuntos diferentes a la salud de los colombianos; 2) la negación de tratamientos por parte de las EPS, o de manera insidiosa, la elaboración de barreras para dificultar el acceso a los tratamientos a sus afilados. En los últimos años se han observado situaciones tanto insólitas como infortunadas, en las cuales algunas EPS emplearon el dinero de las UPC para inversiones en infraestructuras en lugar de gastarlo para tratar las enfermedades de sus afiliados (¡pues estoy dispuesto en admitir que el golf es un deporte saludable pero el efecto sobre la salud debe ser bastante limitado de todas formas!). En lo que concierne el segundo punto, las EPS, por recibir pagos totalmente prospectivos, buscan maximizar la diferencia entre la suma de las UPC recibidas y los gastos de sus afiliados, y por tanto tienen incentivos en dificultar el acceso a los tratamientos.

Además de las economías de escala generadas, la creación de SaludMia (SM de aquí en adelante) resuelve parte de los problemas mencionados. Los gestores tendrán cuentas en SM, la cual tendrá el control de la liquidez. Los gestores tramitarán las facturas de los prestadores pero sin tener acceso al dinero de las UPC directamente, por lo cual ya no se podrán hacer inversiones en infraestructura. No solamente estos gestores tendrán que establecer reservas en una cuenta de SM pero si a final de año tienen excedentes, podrán recibir una parte de estos excedentes solamente después de haber mostrado buenos resultados/indicadores en salud de sus afiliados. De manera simétrica, los gestores que tengan perdidas al final del año, es decir los que hayan tramitado una suma de gastos mayores a la suma de UPC, no necesariamente perderán recursos si demuestran resultados favorables en salud. En este caso, sus pérdidas serán financiadas por parte de los excedentes de los otros gestores.

 

  1. Los términos del debate: ¿Qué nos dice la teoría?

En una entrada en FocoEconómico, Leonardo Villar criticó esta propuesta y defendió el sistema actual que nació con la Ley 100. Su razonamiento es el siguiente: en el sistema actual, el pago prospectivo del Fosyga a las EPS vía las UPC permite alinear los incentivos entre el Gobierno y las EPS, es decir, éstas tienen incentivos en disminuir los gastos en salud. Además, eso no se hace en detrimento de la calidad porque la competencia entre EPS les obliga en proveer un nivel de calidad eficiente. Es importante resaltar que el planteamiento del Director de Fedesarrollo corresponde exactamente a las conclusiones de un artículo importante en economía de la salud publicado en 1994 en el Journal of Economics and Management & Strategy por Albert Ma de Boston University. Ma muestra que se puede alcanzar una situación eficiente (de primer rango) por un razonamiento similar al planteamiento de Leonardo Villar: ¡el pago prospectivo alinea los incentivos, la competencia arregla la calidad!

Sin embargo, el resultado de Albert Ma se puede incumplir a partir del momento que la competencia en calidad ya no es tan perfecta. Estas imperfecciones de la competencia en calidad pueden provenir de varias fuentes: es difícil de medir la calidad por parte de los usuarios y además las EPS pueden tratar de diferenciarse entre ellas. En un artículo publicado en 2012 en el Journal of Health Economics, Bardey et al. muestran que del momento que la competencia en calidad no es perfecta, es eficiente completar los pagos prospectivos (en este caso las UPC) por un componente retrospectivo de reembolso de costos. La reforma propuesta se puede ver como una aplicación de este resultado: los gestores recibirán solamente una parte de sus excedentes en caso de que tengan algunos y en caso de perdidas, si han cumplido los criterios de calidad del Ministerio, entonces podrán recibir compensaciones financieras. Este mecanismo permite entonces re-balancear los incentivos que tienen los gestores entre el control de los gastos por un lado y proveer una calidad satisfactoria a sus afiliados por el otro.

 

  1. Algunas advertencias

El mecanismo propuesto es interesante y puede funcionar muy bien pero se tienen que tomar en cuenta algunas precauciones debido a las razones enunciadas a continuación:

  1. El mecanismo tiene que ser “collusion-proof”: en palabras menos bárbaras, los gestores tienen que recibir una parte suficientemente importante de sus excedentes si se quieren evitar acuerdos con los prestadores para tramitar facturas artificialmente onerosas, declarar perdidas a SM, mientras que reciben compensaciones por parte de los prestadores. De manera sencilla, el mecanismo debe socializar las pérdidas (cuando las hay) para garantizar la calidad, pero no demasiado si se quiere evitar una colusión entre gestores y prestadores. De lo contrario, el resultado es que todos los gestores optarían por tener perdidas y recibir “compensaciones” por parte de los prestadores.
  1. ¿Cómo definir los criterios en salud?

Parece una buena idea condicionar la obtención de una parte de los excedentes de los gestores a sus resultados en salud. Sin embargo, se debe escoger indicadores en salud que cumplan algunos criterios muy precisos para no fomentar más la selección de riesgos. En efecto, si los indicadores en salud están mal diseñados pueden generar incentivos (¡que ya existen!) a los gestores para seleccionar los riesgos de sus afiliados con el fin de presentar buenos indicadores. La recomendación sería entonces que estos indicadores se focalicen en aspectos de medicina preventiva.  

La otra preocupación es que SM sea objeto de presiones por parte de los gestores para que se les “apruebe” su gestión de salud. Debido a lo anterior, es necesario definir indicadores suficientemente claros y difícilmente manipulables para evitar que estos mecanismos de aprobación por parte de SM se vuelvan una negociación política. En el sistema de salud, suele pasar…

La jugada del concejal del Polo que se volvió uribista

$
0
0

Mientras en el Polo Democrático no pueden de la indignación por la adhesión que uno de sus concejales hizo al Centro Democrático de Uribe y están pensando en expulsarlo para quitarle su curul, Orlando Santiesteban -el cabildante en cuestión- está muy tranquilo pues ya tiene lista la jugada que le permitiría seguir de concejal un tiempo más y luego lanzarse al Senado por la lista del Centro.

El viernes pasado, como lo contó La Silla, Santiesteban organizó y presidió un taller democrático de Uribe en Bogotá. Ese día dijo desde la mesa principal: "Estoy desde 2004 en el Concejo por el Polo y hoy termina mi camino en la izquierda, pues me paso al Centro Democrático". "Esto ya es la tapa", dijo a La Silla Clara López, presidenta del Polo, en respuesta al concejal. 

Además, la Dirección Distrital del Polo analizará su situación esta semana y la probabilidad más fuerte es que le vuelvan a pedir la curul, como ya lo había hecho el Comité Ejecutivo. En ese caso, Santiesteban se quedaría sin puesto y sin la posibilidad de lanzarse por el Centro, pues para no inhabilitarse tenía que haber renunciado un año de antes de las elecciones, es decir, en marzo pasado.

Sin embargo, Santiesteban tiene un as bajo la manga: se trata de una demanda que cursa en el Consejo de Estado interpuesta por Cambio Radical para pedir el reconteo de los votos al Concejo. Esa demanda ya tiene un fallo en primera instancia que le suma a Cambio Radical tres mil votos más con lo que cambia la cifra repartidora y pierde una curul el Polo: la de Santiesteban. Lo más seguro, según le dijo Santiesteban a La Silla, es que el sentido del fallo se mantenga y que se declare la nulidad de su elección como concejal.

"Como lo más probable es que digan que yo nunca fui concejal, pues podría aspirar al Senado por el Centro Democrático, si así lo considera el Presidente Uribe".

Mientras tanto, Santiesteban no está dispuesto ni a renunciar al Polo ni mucho menos a su curul: "El Polo tomará la decisión que quiera, pero yo no voy a hacer nada respecto a ese punto. A mi me conviene perder la demanda en el Consejo de Estado y calculo que eso se dará de aquí a un mes, por eso no tengo angustia".

La jugada de Santiesteban deja dos preguntas: una, Uribe quedó en informar sus listas al Congreso esta semana, como no ha salido el fallo de la demanda ¿será que en el Centro van a esperar a Santiesteban para incluirlo en sus listas?.

La segunda pregunta es: en caso de perder su curul, ¿será que Santiesteban devuelve todo lo que devengó este tiempo como concejal? Eso sin contar todos los votos que dio a proyectos y los nombramientos que hizo en su Unidad de Apoyo Normativo.

Los chiquitos en manos de Cristo y de Carrillo

$
0
0
El argumento más fuerte de los partidos pequeños es que sería muy paradójico que ellos, que han actuado dentro de la democracia, pierdan su curul mientras que los guerrilleros de las Farc obtienen unas cuántas automáticamente.

A menos de un año para las elecciones, la suerte de los partidos minoritarios está, en gran medida, en las manos del Ministro del Interior Fernando Carrillo y del senador Juan Fernando Cristo.

Uno, porque tiene bajo su ala el tema de la participación política en el Gobierno. Y el otro, porque como nuevo presidente del Senado, se comprometió con los pequeños a sacar adelante una ley que les permita sobrevivir.  Esta tarde podrán comprobar qué tan comprometidos están Carrillo y Cristo en salvarlos, pues a partir de ahora están reunidos en la oficina del presidente del Senado para discutir las alternativas.

Las propuestas no discutidas de los pequeños
El Ministro del Interior Fernando Carrillo se viene reuniendo con los partidos pequeños para barajar fórmulas que les permitan sobrevivir pese al aumento del umbral. Foto: Juan Pablo Pino
El nuevo presidente del Congreso Juan Fernando Cristo les prometió a los partidos pequeños hacer su mejor esfuerzo por sacar adelante una ley que les permita sobrevivir en las próximas elecciones. Sin embargo, no ha logrado convencer a su propio partido, el Liberal. Foto: Laura López
Jorge Enrique Robledo y Clara López, los dos líderes del Polo, dijeron que no están de acuerdo con una ley que cambie las reglas electorales para salvar a los pequeños. Esa postura le quitó aire a la posibilidad de que los chiquitos se salven pues los partidos grandes dicen que si la oposicion no está de acuerdo entonces para qué hacer el esfuerzo. 

Casi todos los partidos se han reunido por separado con Carrillo para discutir los efectos del nuevo umbral del 3 por ciento, que prácticamente duplica la votación necesaria para llegar al Senado, pero la reunión donde Cristo hoy es la más amplia. Y también posiblemente la última para buscar una alternativa realista que les permita a los minoritarios mantenerse en el Congreso.

La Silla pudo confirmar que asistirán los congresistas verdes John Sudarsky, Félix Valera y Alfonso Prada, el senador polista Jorge Guevara -en nombre de Progresistas- y representantes de la Alianza Social Independiente y el Movimiento Mira. Quienes aparentemente no están invitados son el Polo, según le dijo a La Silla su presidenta Clara López.

Además, irá Alvaro Jiménez en nombre del Acuerdo Ciudadano por el Pluralismo Político, una suma de organizaciones de la sociedad civil -como Plural, Viva la Ciudadanía, la Misión de Observación Electoral y la Campaña Colombiana contra Minas- que han venido trabajando con estos partidos en la búsqueda de una alternativa.

En esa reunión le entregarán a Cristo una carta pidiéndole que tramite las coaliciones, que se discuta aplicarle el umbral sólo a los nuevos partidos y que se discuta la ausencia de las minorías políticas del Consejo Nacional Electoral.

Ya esta mañana Carrillo se reunió con cuatro dirigentes de los verdes, incluyendo a los senadores Félix Valera e Iván Name, el representante Alfonso Prada y el director ejecutivo Carlos Ramón González. Pero tampoco esa reunión pudo ser completa: como fue convocada el viernes por la noche y algunos ya estaban fuera de la ciudad, no todos sus dirigentes pudieron ir.

El mayor problema es que los tiempos se están acortando y las posibilidades de sacar adelante cualquier proyecto que los ayude son cada vez menores.

La opción que parecía tener mayor posibilidades de éxito era la de reglamentar las coaliciones para el Congreso, con lo que los partidos con menos de 12 por ciento de representación podrían presentar listas compartidas como actualmente se puede para alcaldías y gobernaciones.

El escollo es que estas coaliciones, que aparecieron en la misma reforma política que creó el umbral del 3 por ciento y las coaliciones a cargos unipersonales, no han sido reglamentadas pese a que la representante verde Ángela Robledo y el senador Luis Carlos Avellaneda presentaron en febrero -y a petición del Gobierno- un proyecto de ley.

Pero la Unidad Nacional no la acogió con buenos ojos, por temor a una fuga de conservadores hacia el uribismo, y terminó la legislatura de Roy Barreras sin que se discutiera.

Aun con el apoyo de Cristo, el proyecto la tiene difícil: hacerlo mediante una ley estatutaria tomaría -en el mejor de los casos y con medida de urgencia- un semestre y todavía le faltaría recibir el visto bueno de la Corte Constitucional. Con las inscripciones en noviembre y las elecciones en marzo, los tiempos son más que ajustados.

Y ahora, con la decisión reciente del Polo de no apoyarla, el Gobierno tiene menos razones para impulsarla. “Si hay consenso para cambiar las reglas de juego antes de las elecciones lo acogeríamos, pero si hay quienes se oponen creemos que no sería sano tramitar esa reforma a escasos meses de los comicios”, dijo ya Santos esta mañana en Caracol Radio.

Tampoco ayuda que en los últimos días hayan surgido dudas -desde el propio Gobierno- de si los congresistas de estos partidos estarían incurriendo en una falta al votar en causa propia.

Las otras ideas en el aire
Carlos Baena, el presidente del Mira, ha dicho que su partido no buscaría coaliciones pero que apoya este proyecto y otros que permitan mitigar los efectos del nuevo umbral en los partidos pequeños. Foto: Juan Pablo Pino
La representante verde Ángela María Robledo presentó hace seis meses un proyecto de ley para permitir listas de coalición al Congreso el próximo año, y sin embargo, éste aún no ha sido discutido. Foto: Laura Rico Piñeres
Antonio Navarro, la cara más visible de los que están impulsando una ley para salvar a los pequeños, logró sacarle a Cristo la promesa de convencer a la Unidad Nacional de encontrar una fórmula para salvar a movimientos como Progresistas, que él lidera. Foto: Juan Pablo Pino

Otra solución de emergencia que está en veremos es la demanda contra el umbral que presentó el Mira y que apoya el Polo.

Los senadores Carlos Baena y Manuel Virgüez lo demandaron -con ayuda del ex viceministro Juan Fernando Londoño- por ir contra el pluralismo político, pero la Corte Constitucional la desestimó por considerar que no era clara en cómo sustituía la Constitución. Los senadores ya hicieron las correcciones que les pidió la Corte y están esperando que esta semana decida si admite la demanda.

“En caso de que nos rechacen, nos queda un recurso extraordinario de súplica ante la Sala Plena de la Corte y nos iremos hasta allá si nos toca”, le dijo a La Silla Baena, quien además envió una hoja de preguntas a Carrillo para que el Ministro la remita -en nombre del Gobierno- al Consejo de Estado.

Entre las dudas legales de último minuto, está si el nuevo umbral podría aplicarle solo a los partidos que no están ahora en el Congreso, como el Centro Democrático de Uribe o los Progresistas de Antonio Navarro.

En la última semana, el Gobierno ha comenzado a hablar de una nueva alternativa: que los partidos que no superen el umbral conserven temporalmente la personería jurídica.

La ventaja de esta opción es que podrían presentarse a las elecciones locales de 2015, sin necesidad de recoger firmas y sin perder el derecho a entregar avales, a pedir anticipos al Estado para financiar la campaña y acceder a espacios institucionales de comunicación. Es decir, un poco como la situación en la que se encuentra ahora la Unión Patriótica.

El otro lado de la moneda es que saldrían del Congreso y tendrían que superar el umbral en las siguientes elecciones legislativas para mantener la personería. Y eso es lo que no convence a muchos, que lo ven como pañitos de agua tibia.

“El Gobierno está siendo diplomático y haciendo los buenos oficios, pero no ha hecho ninguna acción material que garantice nuestra presencia. Nosotros venimos advirtiendo sobre esta situación desde hace un año, planteamos el proyecto de ley las coaliciones hace seis meses y aún así los cogió la noche ”, dice la representante verde Ángela Robledo.

Esa indignación ha crecido en momentos en que el Gobierno negocia el tema de la participación política con las Farc en La Habana, que podría llevarlos al Congreso.

“Un proceso de paz debe servir para abrir canales de participación no para cerrarlos. Al paso que vamos, veremos un Congreso que tendrá casi funciones constituyentes -porque así como vamos, tendrá que discutir los temas de paz en la próxima legislatura- pero no tendrá a las minorías”, dice Armando Novoa, uno de los impulsores del Acuerdo Ciudadano por el Pluralismo Político.

La esperanza de los pequeños es que los debates que han dado en el Congreso en torno a la segunda ronda para alcaldías y a la segunda curul para colombianos en el exterior -que eliminó la de minorías políticas- hayan dado fruto.

“A partir del escándalo que les hemos montado hay más ambiente con el Gobierno y con la Unidad Nacional. Pero todavía necesitamos que el Gobierno mueva a la Unidad, porque si no veo complicado que sobreviva la pluralidad en política”, dice el senador Luis Carlos Avellaneda.

 

¿Por qué razones cree que su partido político minoritario no debería desaparecer del Congreso en las próximas elecciones? Envíenos sus razones por Twitter utilizando el hashtag #QueNoSePartaMiPartido

Vargas Lleras renunció al ministerio pero no a entregar casas gratis

$
0
0
Hace menos de dos semanas Vargas Lleras estuvo en una entrega de casas gratis en Cúcuta. Fue protagonista del evento, junto con Santos y Henao. 

Foto cortesía Ministerio de Vivienda.

Cuando Germán Vargas salió del Ministerio de Vivienda, justo a tiempo para no inhabilitarse para las elecciones presidenciales de 2014, parecía asumir el costo de no participar de la entrega de las casas gratis, su proyecto bandera como Ministro y quizás el más beneficioso electoralmente de todo el Gobierno. Sin embargo, ha asistido a dos de las tres entregas que ha habido en las últimas dos semanas, lo que muestra que por ahora se está quedando con el pan y con el queso.

El 26 de julio, estuvo en Cúcuta en la segunda entrega de casas gratis en esas ciudad, como él mismo trinó. El presidente Santos lo invitó y su presencia sirvió para mostrar que siguen alineados y que sus comentarios críticos sobre el proceso de paz no evidenciaban ningún distanciamiento. Una semana antes, en un foro de Acodal, Vargas había criticado los recortes al presupuesto para hacer alcantarillados el próximo año, y dijo que le preocupaba que esa política, que era propia del gobierno, se discutiera en La Habana.

Este fin de semana Vargas estuvo en la entrega de casas en Quimbaya y Calarcá, en el Quindío, y en Buga, en el Valle del Cauca. Allá llegó por invitación del Ministro Henao, quien fue su secretario general en el Ministerio de Interior durante dos años, su Viceminsitro de Participación durante tres meses, y su Viceministro de Vivienda durante un año. Henao explícitamente reconoció haberlo invitado.

“Él puede estar aquí porque no tiene ninguna inhabilidad para hacer presencia. Además, tiene el derecho de estar porque colocó la primera piedra para que este sueño sea una realidad, yo asumo las consecuencias de los comentarios porque fue mi idea,” le dijo a La Crónica del Quindío. "En este momento él no está inhabilitado, es un ciudadano normal", le explicó a RCN Radio.

Es cierto que es un "ciudadano normal" en el sentido de que como Vargas en este momento no es candidato de ningún partido ni tiene un cargo público en principio sus apariciones en esos actos son las de un privado. Pero no es tampoco cualquier privado.

Por lo menos en Cúcuta Vargas, no solo estuvo presente sino que fue objeto del reconocimiento de Santos. “Yo quiero agradecerle, es el primer evento en el que está aquí el doctor Germán Vargas, ya no como ministro sino como ex ministro (de Vivienda), porque él fue en buena parte el arquitecto de este programa. Muchas gracias doctor Germán “ dijo Santos en su discurso. Vargas fue el invitado especial que eligió la papeleta del ganador de una vivienda amoblada.

Esa presencia protagónica deja la pregunta de por qué un particular goza de esas prerrogativas.

Aunque el gobierno puede alegar, como afirmó Henao, que hoy Vargas no es candidato a nada, y por lo tanto ni Santos ni Henao están interviniendo en política, el exministro está en cabeza de la Fundación Buen Gobierno, encargada de preparar la reelección de Santos, y salió del gobierno para encabezar el equipo a la releección.

Es decir, las invitaciones le ayudan políticamente a un aliado de Santos que, entre otras cosas, es el padrino político del actual Ministro de Vivienda, el jefe de debate de la campaña a la reelección y el plan B (y C y D y E, según dijo Santos) de la reelección. Esa ayuda se empieza a notar en detalles, como el hecho de que Vargas Lleras habló a los medios sobre el reinicio de la Fundación durante la entrega de casas en el Quindío.

Por eso, la presencia de Vargas ya ha despertado molestias entre quienes sienten que se está haciendo política con un programa estatal, como ya lo reseñó Semana sobre el evento en Cúcuta.

El camino de Vargas
Germán Vargas es uno de los hombres clave del equipo para la reelección de Santos. En un acto inédito, el Presidente presentó a los miembros de una fundación privada en rueda de prensa en Casa de Nariño.

Foto cortesía de Presidencia.

El ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, que lo invitó a la última entrega, es un hombre de confianza de Vargas Lleras, de quien fue viceministro.

Foto cortesía de Ministerio de Vivienda.

Con esas apariciones Vargas mantiene su papel como el hombre de las casas gratis y no pierde visibilidad frente a la opinión pública. Ya como ministro se dio un baño de popularidad en el país al poner el primer ladrillo en casi 300 proyectos.

Después, dejó un alfil suyo con mucho menos recorrido político en el Ministerio, con lo que evita que alguien le robe el show de la entrega de las casas. De hecho Henao ha recordado el papel de Vargas aún cuando éste no aparece.

Por ejemplo, en la entrega de casas en Bello, hace un mes, Henao mencionó en su discurso que Vargas fue quien puso la primera piedra.

Ahora, al aparecer en los actos más recientes, Vargas demuestra que su fidelidad a la causa de la reelección (que ya le anunció a la bancada de Cambio Radical cuando les dijo que no se iba a meter en la mecánica de su partido porque iba a estar dedicado a la reelección) no va a ser impedimento para cosechar los réditos políticos de las viviendas gratis.

Según la más reciente encuesta de Cifras y Conceptos para Caracol Radio, Vargas tiene exactamente la misma favorabilidad de Santos, del 52 por ciento. Esa cifra es más baja que la de Uribe, quien tienen el 62 por ciento.

La buena noticia para Vargas es que tiene más espacio para mejorar su imagen, porque el 18 por ciento no tiene una opinión sobre él y su desfavorabilidad, del 30 por ciento, es ligeramente más baja que la de Uribe (32 por ciento) y sustancialmente mejor que la de Santos (47 por ciento).

La mala noticia es que eventuales rivales comoLuis Alfredo Ramos en el uribismo o Clara López en la izquierda tienen posibilidades de pasarlo en imagen favorable. López tiene una imagen favorable del 42 por ciento y una desfavorable del 28, y le queda el 30 por ciento por definirse; Ramos es menos conocido, con una imagen favorable del 28 y una desfavorable del 21 - y un desconocimiento del 51 por ciento.

Frente a otros posibles rivales, Vargas queda mejor parado. Antonio Navarro tiene una imagen muy similar a la de Vargas (tiene una imagen favorable del 50 y una desfavorable del 30); 'Pacho' Santos tiene una imagen favorable más baja (44 por ciento) y una desfavorable ligeramente superior (33 por ciento). Frente a todos ellos, Vargas es quien tiene menos margen para crecer, ya que es más fácil crear una imagen favorable en quien no se ha hecho una idea que entre quienes tienen una imagen desfavorable.

Si Vargas quiere estar vigente para el 2014, ya sea para reemplazar a Santos si éste no se postula para la reelección oo para competir con él si se decide traicionarlo, tiene sentido volver a mostrarse en la entrega de casas. Sobre todo si el costo de las críticas de que un particular esté de protagonista en actos oficiales lo corren otros.

La otra movida de Vargas, que no tiene esos costos pero puede indisponer a Santos, es recordar su distancia frente al proceso de La Habana. Las declaraciones en la reunión de Acodal fueron un ejemplo de que sigue en esa tónica.

Entregando casas y desmarcándose del proceso de paz, Vargas deja intactas sus posibilidades de ser candidato en 2014, especialmente si el proceso de paz se estanca o sale mal. La pregunta es si seguirá siendo invitado a medida que la campaña coge más forma y la Fundación Buen Gobierno comienza a estar en el centro del debate electoral. Y sobre todo, si su popularidad se mantiene por encima de la del Presidente

Viewing all 6767 articles
Browse latest View live